La Boda que Nadie Esperaba
voz es tranqu
s, sus rostros l
confíen en mí.
ertarlos más que cualqu
olo quiero un hombre honesto y leal. Algui
o entiende. Su expresión cambia, una sombra de duda cruza sus
con nosotros. Por eso, no tiene nada que quitarnos. ¿N
cio. Pero mi padre me mira fijam
en mí. La determinación de alguien que ha visto e
, suspira,
decisión, la respetaremos. Pero q
uno que seguirá latiendo fuerte mucho después de
e muerto una vez por amor. N
no para sacrificarla en el