Venganza de La Heredera Locura
jos, el rostro preocupado
cias a Dios.
r. Mis manos estaban cubiertas por vendajes gruesos
urré. "Necesito
la frente. Su tacto
. Dijo que lo más importante es que descanses. No pode
nsistí, intentando incorporarme. El dolor
lzura. "Lo que importa es el nombre de la familia. Hay fotos t
gre se
es me
o te preocupes, yo me encargaré.
. Mi padre, Don Fernando, venía a verm
ja? ¿La noche ante
etalles de mi supuesta "irresponsabilidad" y "decad
isitarme, trayendo flo
masiada fuerza. "Si necesitas algo, cualquier cosa
e en el aire,
a vestirme. Elena me ayudó, evita
vamos?"
respondió en voz baja. "Quiere que es
fila. Los flashes de las cámaras eran como explos
dente" y mi "inestabilidad mental", él
soltó l
tiempos difíciles, me complace anunciar nuestra fusió
el escenario, sonrie
completamente esta decisión.
ta en su espectáculo. En ese momento, bajo el peso de cientos de miradas, el dolor