PLUMA Y PASIÓN
la de su portátil con una mezcla
o constante de la nada que había log
como una tormenta inminente, y lo único que tenía era el título, "Susurros al Atar
a. Y ese era preci
literario español con una frescura y una pasión que la
virtiéndola en un nombre familiar. Pero ahora, la musa se había marchado de vacacione
a las tres de la mañana para plasmar un
barrio de Malasaña, normalmente un santuario de creatividad desordenada, se sentía asfixiante. Las estanterías repletas de sus propios libr
tora y amiga, con quien compartía una relación que oscilaba entre la comp
La voz de Sofía era una mezcla de dulzura y
e las sienes. "Está... estancado. No sale. Es como
ofía. "Clara, sabes que te adoro, pero esto no puede seguir así. Necesitamos algo nuevo. Algo que sorprenda. Tus lectores te
nto que he agotado todas las historias de amor posible
io. "La editorial está invirtiendo mucho en esta novela, Clara. Y no solo eso, tu reputación...
cía "hemos pensado en algo", rara vez era a
amiselas en apuros. Necesitas... realismo. Una historia con más aristas, más oscurid
ofía, yo escribo romance. Mis lectores quie
ance que surja de las cenizas de algo más... turbio. Un amor que se forje en la adversidad, en un
Podría hacerlo? ¿Podría despojarse de la dulzura que había sido su sello y abrazar algo
inspiración para eso? No es que me co
ia la semana que viene. La de la Asociación de Editores. Estarán
abes que odio esas galas. Son un
tenga reservada una sorpresa. Piensa en ello, Clara. Piensa en la oportunidad de rei
s palabras de Sofía resonaron en
te que se alzaba ante ella. ¿Y si perdía a sus lectores? ¿Y
su energía inagotable, siempre había sido su fuente de inspiració
ra, ¿estaba dispuesta a pagarlo? La página en blanco seguía ahí,
ra de salir de su burbuja de romance y enfrentarse a la re