Aprendiendo a ser Luna
"¡Estoy cansada que estén actuando como si estos días fueran normales y saben que el domingo partiré!
ice: "Isabel, no hay nada que nos haga sentir mejor que estar contigo y disfrutar estos momentos antes d
me queje; es sólo que todo ha sido más notorio al acercarse mi cumpleaños número veintiuno y que coincida con mi ingreso al Internado de señoritas. Y sin olvidar qu
El anhelo de muchas de las manadas es que sus hijas sean las parejas destinadas para lograr la protección de
an que será otro niño. Pero la sorpresa fue enorme cuando tienes que el recién nacido es una niña, la única hija nacida en casi dos siglos en nuestra familia.
la cualidad de ser casi un espécimen raro, hace pensar a los machos que puedo ser un excéntrico trofeo que ganar. Tuve que crecer escondida de los ojos curiosos de muchos. Sin muchos amigos, excepto mi f
esto no evito que en mí se desarrollara el anhelo de conocer un mundo que a ratos veía siniestro y a ratos arrancaba los más hondos suspiros por querer explorarlo. No se hizo esperar la ne
ayor cantidad de lobas puedan formarse; y, aunque muchas no se conviertan en lunas, serán perfectas esposas de betas, gammas y deltas, o aun sino, convertirse en buenas administradoras en sus manadas de los recursos con los que cuenten. El período de formación varía de acuerdo con la instrucci
con nuestra especie, poseemos una pareja predestinada. La pareja predestinada es aquella unión de dos hombres lobo que se atraen por su olor, y al estar juntos no tienen la necesidad de conocer
a hora de invitar a miembros de otras manadas a nuestro territorio, siempre usaron de excusa la firma de un tratado de cooperación o la firma de algún acuerdo comercial e invitaban a la familia de los alfas y betas de dichas manadas para evaluar si alguno de sus hijos era mi pareja. No me
o años, ya me había rendido. Mi sueño en realidad nunca había sido encontrar una pareja, sino que pensaba que en lugar