Un contrato letal con el enemigo
podía Isabella estar
s pero ... Estaba enfurecido
oy bien entiendo que
n con un collar de diamantes y emba
l único hombre con el que he hecho el amor. S
cargar con el hijo de otro, no esperab
oy tu
as la píldora que
e a Roma por tu trabajo me ol
la pildora, eres una mujer muy perversa. Jed tomo su maletín -tengo una reun
rdida ¿amante?¿perversa? ¿el hijo de otro? como podía des
bía conseguido ese sería su último día de trabajo, ya que se
diablos, nunca le perdonaría a Isabella su traici
su asistente.-Marixa tráigame unos analgésicos y
a señor S
dijo que él señor Salvatore no se encontraba disponible y no podía atender
le dije que usted no podía re
ixa yo me
nios hace
te, pensé que eras m
, joyas, ropa, podías tener lo que quisieras menos un anillo j
como puedes
o mejor, pero no te preocupes hablaré con Roberto es un médico estupendo y muy amigo mío,
presento a su familia, a sus amigos los regalos caros, y ¿ahora que haría?, él no quería un hijo,
go que solamente, frío y despiadado, tomo una decisión
uso de pie y se dirigió hacia la hab