La dimensión del deseo

m

iposas en el estómago de la alegría de volver a los tuyos. Si lo hac

a del estómago que casi no me dejaba pensar como explicarles mis motivos, mi

dos regresos

ermana. Regresar a mi pasado, mis recue

todo era re

osible, que sentía lejano pero pr

e la primera mirada por aquella ventana y que

madre vendió nuestra casa y se mudaron a esta, donde asumía tendrían recuerdos

i cómo, pero una vez tomada la

de la entrada y mis piernas ansiosas

pues la puerta se abrió ante

más allá?— si algo extrañaba de el er

Ash, del más allá

niña y me daba vueltas dentro de su abrazo ri

la figura de mi madr

estarías viva, una madre sabe que sus hij

upiera lo hondo que me llegaba. Sus lágrimas mojaba

madre puede dar, me lo e

calentaba el corazón. Y

mi desaparición. Tan cerca que

único consuelo era pensar que yo necesitaba mi propio

había fallado, pero me había enseñado que hay qu

ue yo sentía q

mi propio reflejo humano, a los pies de la escalera.

n ocultar detrás del agu

nde? — lloraba mi madre marcando

contarte pero prometo que est

ra echarnos de tu vida todo este tiempo, pues es señal

la como todos estaba feliz y sus lágrimas lo de

a, toda la vida estuvimos juntas y ella se fue conmigo cuando mi

dices?— Ash arrugaba

ida, no tengo porque recibirla hoy porque simplemente quizo vol

ura— Está es mi casa y ella mi hija, no t

escalera con Ashton silencioso recostado al ma

y besas a

mi angelito

lo hice pero tengo mis motivos,unos que no les puedo contar y otros que lo

— es muy fácil venir ahora Amaia, cuando todo pasó a recibir el abrazo y el co

nto de mi madre, con el hospital de tu mar

olicía venía a la casa a decir nad

ecibir como si vinieras de estudiar un máster e

ón de internado y tú ahora necesitabas espacio. No seas cinica.No eres más que una egoísta.—

lágrima más. El dolor en el alma de todo lo que

ortó Ashton con cuidado su opinió

a es un golpe bajo.

Pero no, pobresita Amaia, vamos todos a cargarte como hizo Ashton como si nada

z rota del llanto y se fue sin

do mis manos al rostro traté en

, porque en el fondo era cier

Se le pasará. — mi madre seca

mejorar. Lo verás. Yo estoy feliz de que estés de vuelta,

pero ahora necesito irme. Volver

vor— mi madre tomó mis ma

aré. Lo importante es que estoy bien, ya empiezo a trabajar y tengo un dep

¿Y la e

as prioridades ahora mismo. Pero pro

negocio, ven por favor. Sería un lugar

e digo .— besó mi mejilla y subió las escaleras

elantal y un paño en la

tuyo e

por todo. Te contaré, pero ahora debo

de teléfono para llamarte. — buscó en la

nto. No estoy lista. Por eso quiero irme. Yo te llamaré. Teng

r demasiado tiempo ya, fue mi salida de aqu

erlo en su casa. Julia me invitó a comer c

as que pensar y tantas que reorganizar,

aba bañada, con mi pijama puesto y meti

ado a uno y me habían dado su teléfono, pero yo no

la que el maldito comandante

me com

respondes a

ueñ