El Juego de Lila
ecir lo que tenía que decir. El mar, apenas visible desde el ventanal del café, brillaba bajo el cielo nublado. El ole
jugueteaba con su taza de café, y cada tanto dejaba caer alguna broma sutil, un comentario cargado de doble int
tono bajo, casi un susurro destinado sólo a ella-. Me gusta cuando te concentras. E
an fácil dejarse llevar por Aroon. Tan fácil dejarse envolver por su
. No intervenía. Pero su presencia era tan palpable que parec
o era celos lo que se reflejaba en ellos, era algo más sutil: contención.
ingiendo estarlo-
preguntó-. Irte. Conocer el mundo. Hay tanto
con la suya y, por un instante, sintió que Aroon hablaba en serio. Que d
e si me muevo, se me escapa algo... como
édate -inter
ad. Lila se giró hacia él, sorprendida. Aroon también lo miró, con esa so
nto. Sus ojos, siempre medid
encontrarte. Y no sé si p
que Thanom sabía decir tan poco y hacerla sentir tanto. Se le secó la b
biente se tensó de forma casi imperceptible, com
o? -preguntó con una sonrisa amable,
lo ella existiera. Entonces, más bajo, con una voz que parecía
as que necesitabas a alguien, incluso cuando creías q
los como una ola que a
a llegado hasta allí? ¿Cuándo había dejado de ser sólo una p
ó a decir, pe
ó. Su gesto aún era relajado, pero sus
n quiere? -preguntó, sin m
o resp
a su lado, tan silencioso como el mar después de la tormenta. No la t
aba metida en algo de lo que no podr
i también supiera que hay secretos q