LA CEO IMPOSIBLE ¿Cómo sobrevivir a mi jefa?
on ternura mientras la p
ado? -preguntó Mariana
Abby, brincando e
, que las observaba desde su
s más tarde. Te quiero mucho, papito -dijo Abby
s se dirigieron al ascensor. Roger las
miso para ir a comer hela
e salía bien. Su mente estaba constantemente en Mariana. Esta vez, ella llevaba más tiem
en su escritorio-. Pero si Abby le cuenta a Mariana lo que he hecho, me mata. Y si se
s pidieron helados con los mismos sabores: vainilla, fresa, chocolate y chispas de chocolate
curiosidad y con su típica i
preguntó mientras llevaba a su
antó con una cucharada de hela
-preguntó Ab
, pequeña -respondió Mariana
porque está muy enamorado de ti , hasta los huesos y tú no quie
sin saber qué decir, mient
y, que tu papá es
apá la otra noche, cuando se
ía de su papá, gesticulando y haciend
igo, que he espantado a los pretendientes de Mariana. Pero con el que no he podido es con Pedro; ese sí me
descubrir que Roger estaba enamorado de ella. Sentía algo especial por su asistente: nervioso, despistado, pero lindo y ca
o de su helado-. Sabes, papá cree que no sé la verdad
by, asegurándole que se casaría co
me puedes defraudar -ex
la mano de Ab
é todo lo posible para que
nte y continuó disfr
ablar con Roger. Lo encontró concentrado en su trabajo, c
saludó Mariana, acerc
ndió él, levantando la vi
momento en mi ofic
Roger, siguiendo a Ma
lado como tú lo sabes, y ella me con
, y un frío recorriendo todo su cue
o? -preguntó, intenta
e has estado espantando a mis pretendie
nrojó y baj
cierto, estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo, pero nunca tuve
ercó a él y t
ando mis sentimientos por miedo a complicar las cosas
ó la mirada,
ver
nta de que no quiero perder la oportunidad de
do cómo su corazón se
e haré todo lo posible
ió y se acer
n haré todo lo posible par
, sus labios se encontraron en un beso tierno, suave, lleno de promesas silenciosas y emociones contenidas. Fue un roce
solo, pero el aire comenzó a escasear. Se separaron apenas unos centímetros, respirando agitados, con las frentes apoyadas, sintiendo el calor del otro, Roger cerró los ojos
aún embriagado por el beso-, pero tienes que arreglar tu situa
ino de sentimientos que la envolvía. Lo abrazó con fuerza por el cuello, como si temi
ión y ternura en la voz-. Ya no quiero más mentiras,
profundo, intenso, en el que volcó todo lo que sentía: amor, deseo,
inua