Mi querido doctor

ce a pronunciar mis palabras cuando el cerro la puerta, su actitud fu

nervioso, pero llevaba varios días pens

aría estaba un poco pensativa sin embargo sabía que era algo que hacía por el bienestar de su hija, se despidieron de todos

llegaron y

abogado de la familia que fuera para arr

fi

mi madre, cuando entre a su cuarto no la vi no estaba en el baño, ni en el vestidor, ent

stá mi madre, que paso con ella no la e

en el despacho con el señor Roger. - R

a y me fui al trabajo, no sin antes darle indicaciones a Rosa sobre lo cuidado

i a Scott, quede impacta

í. -pregunte con una gran sonrisa, él so

sa coqueta, al ver su hermosa sonrisa sentí que el corazón se me detuvo unos segundos y

o verte aquí, pero dim

amente, y respond

blar con ella. – Mientras dijo esto agacho su rostro,

yo voy de

y Sali de allí, r

ot

la señora que estaba en la cocina y le pregun

tra en el despacho permí

y escuche a María di

el señor Sco

pasar, lo estábamos esperando. – Rosa se a

gers mi abogado; Rosa por favor nos traes dos cafés

se

ría me miro inquisitivamente,

teractúen, quiero ver las reacciones de ella, en cuanto a los temas de la empresa, conociendo tus antecedentes, voy asegurar todo para mi hija, quiero, irme sabiendo que va a estar en buenas manos, esa es mi decisión con re

la vi me gusto y quiero intentar salir con e

ermiso, cuida la y no