Aullido de poder
mpuesto. De pie frente al altar, sentí la mirada de cientos de ojos cl
ealtad a
, su expresión impasible. T
se mezclan pequeñas perlas con un color nacarado, el vestido es lo suficientemente revelador sin llegar a lo vulgar; claro no fue una elección mía, ese vestido que solo de v
e escapar, mi madre irrumpió en mi habitación. Su ves
Luna. No vuelvas
ner un color de rosas y que todo va a estar bien, si me preguntan a mí son puras mentiras. La imagen que tengo sobre el amor predeterminado es una relación perfecta de puertas para afuera, dentro de casa eran simplemente desconocidos, claro cuando la lun
or la cual me desprecia tanto? – pero es una pregunta que me persigue desde que tengo
atención de n
er la mi
to con el Alfa Rey
solo asentir o negar
as sin sentido que si
ones como siempre. Su sermón terminó con la misma frialdad de si
cepciones.
era el peso de toda una vida de
e para sentirse lo suficientemente belleza; decidí llevar mi cabello castaño rojizo hasta la cintura con un flequillo recto, para peinarlo opte por algo simple una línea al costado que sujete con un broche de libélula de oro con perlas nacara