PROTEGIDA POR EL DON
4: Sin Es
resión de la mirada d
vuelto denso, pesado, como si ca
seguros hasta sentarse junto a ella en
llorar -dijo con vo
mordiéndose el labio par
llorando. -Fabrizio inclinó la cabeza, observá
escalofrío recor
Pero tampoco quería estar
ano y le acarició el
, como si lo dijera más p
acto reflejo, se puso
e toq
o. Al contrario.La observó en silencio po
e la hizo retroced
p
o m
que retrocedía
frialdad de la par
enía a
latía con fuerza cua
mbra sobre ella, atrapándol
baco, madera y algo purame
ente por sus brazos, atrapándola
or qué temer
saliva con
o iba a
ligroso.
s que una prisio
. -murmuró con voz tembl
ervó en silenci
en su expr
tó las manos y retro
r a
Carla se al
ó con una so
, vendrás a mí po
que el aire
ima mirada antes de girars
salir,
la. Mañana ser
on el corazón desbocado y la sensación de que había
s manos a la cara
zio no se rendi
allí, no tendr
he debí
abitación, asegurándose de q
un cigarro con manos temblorosas y dio
con agua, se puso los zapatos sin hacer
ientras se deslizaba por los
o era un
no de piedras del jardín,
alivio
lto
hombre la hiz
dic
s de los hombres de Fabrizio ap
ó su teléfono y
nemos,
escalofrío recor
riz
emente de los brazos y la lle
temblaban co
estaba en
io y la obligaron a sentarse en una de las
jeron nada. Simpl
puerta se a
zio e
aba f
itación se volvió
on una mezcla de rabia y
nnos
eron y salieron si
rró con un clic
estaba
ió su cuer
hacia ella, sus pasos reson
rente a ella, i
ui claro con
rolado... lo que lo ha
pudo re
a esta
colocando una mano en el reposabrazos de
itas un
e con la cabeza, su v
. por
ntón con firmeza, obligán
ban dilatadas, s
do contigo an
tragó
lacentero para ti también... -murmuró, su pulgar r
de Carla
que me diste pena ant
tó una risa
mía
la golpearon
ó, su mente
unca... -su
entrecerr
o
ue siguió fue
ón en la piel, demasiado
iso, Fabrizio se endere
los de su pantalón y la obser
dormir
adeó, sor
Q-
escapar. No lo
admitía d
ación sin más... -dijo con calma-. Pero si lo
apidez y salió de la o
rza en su pecho mientras
ró la puerta, se dejó caer contra
ugado c
brizio no la dejaría