La Oferta Inesperada
udo dormir
ista de baile, con las manos de Andrés sobre su cintu
sido solo
en que él la
en completo contro
en ese instante, ella había
e aceptó su trato había sido orquestado
ra una pieza má
día manejarla a su ant
con Intenc
ventana cuando Elena bajó a la
rto, con una taza de café en la mano
omentó sin lev
nunca d
ente y tomó un
es son más la
runció
ue una de
periódico y la
¿Tú dorm
una punzada d
pre hac
nversación par
o es por lo
ué cr
nes justo d
a sobre la mesa y
si creyeras que
so no
conm
ó una risa
me si no
espondió de
y se inclinó apenas lo suficiente para que sus r
ego, Elena, ya
ro la intensidad en su mi
le tuvie
de ella que, por un segundo,
no lo
aho
sabía qué quería
usurró ella de vuelta-. ¿Po
ozó una so
aba que ciertos
escalofrío recor
iba a gustarl
signif
e y se alejó de ella con la misma fac
formas parte del ta
bre de
habitación, intentando descifrar q
cupaba aún más era
mbre,
en rojo
o la tensión
supieran alg
a había tenid
alió del departamento
aba res
amente dónde
a en la cafetería donde solía
aternal, le sirvió una taza de chocolat
del mejor hu
metida en algo más gra
sonrió co
veces nos llevan a
ó y miró por
l
momento, no s
hó algo que la
e Andrés
te la cabeza hacia
n en voz baja, sin
tá moviendo sus
e esta vez
odos recuerdan lo q
l aire se le atasc
pa
era
asado que Andrés no que
a mucho más atrapada