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Shadow I: El Heredero Sombrio

Capítulo 2 000.0-I

Palabras:2416    |    Actualizado en: 21/03/2025

ulo 0

del último

05/

tar de un nuevo día con rayos solares que il

Sombrío que estaba oculto p

ujer de unos veintitres años, e

u té. De pronto, una tos por parte de

con el cabello y los ojos ro

y quebradiza, su apariencia la ha

modaba sus brazos en la mesa para recostarse un rato. Por

ecostó en su asiento co

muerte. -suspiró y volvió a ver a la Matriarca de las ha

uela le regalase una mirada entrecerrad

io inferior, sus ojos se nublaron

ro no a la abuela. Conozco todo de ti, incluso los pañales -Layla se

derte con desdén, solo se lev

lo diré. Temo que mi

da y pura, no quiero que sea co

os por la impresión. Bebió un poco de su té antes

ceño y su rostr

Tsumo y a Ruth porque quería "comparar" tamaños? -Hizo como s

algún problema -defendió, pero Layla pegó

tomaba en serio ese comportamient

vil mentira! ¿Quién en su sano

glar con ayuda psicológica. Por ci

edo esperar -exclamó con un tono más tranquilo tras h

recorrió su cuerpo. No

. Había estado tras la pista del líder de lo

ercó a Layla. Con un gesto de cariño,

a veces, uno debe cuidar de sí mismo. Soltar la cuerda para qu

y difíciles de entender -dijo mientr

sus mimos, debía ser seri

entiendas, sino que los

ras, ambas salieron de

o, solo caminaron tres cuadras mientras

lena de múltiples restau

uesas, eran una variedad de restauran

en la boca de Layla, quien, c

nvitarle una pizza? Ha pasado un buen tiempo -

burlona y una mirada de curiosidad mientras recordaba cómo

nuca con una sonrisa avergonzada-. Anciana, qué cambie d

a sea sana, pero en fin -Se detuvo

brieron las puertas

as por un suelo rojo como

el tribunal d

ntes por parte de los hechiceros líderes de l

el pasillo, los pasos

u compañera, se dio la vuelta para ver a la abuela, q

la abuela c

a sus seis años, nunca dejó de preocuparse

ientras se sujetaba la cintura con la man

corazón acelerado de Mandarina, la Matriar

yla no se preocupaba, pero aun así,

ud. Tan honorabl

. No un samurai, una maga del purgatorio

despidió de la abuela, quien le dio su última so

a de una luz carmesí, sintió un ca

ma del pasillo. Esperaba entrar, oculta

o, sus ojos recorrieron cad

s sudorosas la tensaron ante un aroma

recordando que ese olor lo habí

desplazaba, unas voces de hombres indignados prot

la más querida por la comunidad maga, per

edió cuando vio una ligera vibr

e hizo explotar en una lluvia negra,

de la puerta que voló en pedazos,

de humo se alzó, dejando ver

de cuerpo más curvilíneo que el de Layla, pe

abello blanco, ojos totalmente blanco

s bajo sus pechos y dio un pisotón, esperando alguna respuesta

Ruth, la mujer que tenía el ceño fruncido, vinie

yla se escondía

niñas! ¡Eres

ás profundo del pasillo, salió una sombra

se llenó de impotencia, sentía ganas

tó ser su mejor amiga, la per

piernas se debilitaron porque debía enfrentarse

nada por lo que

"Zorros", n

táreas. Eres mi a

gnifican nada ahora, pero créeme, no

negras que estaban por ser disparadas, s

gración S

yla sintió sus

a sintió como un líquido negr

haciéndola compararlo

eron ahogados por una extraña sensación que trepaba por su garga

azón y cerebro fueron consu

a quedó muerta con

os solo soltaron risas de

n ante lo que alguna vez

quedó ahí, tirado sobre u

no le gustaba a Ruth, sabía

de la purga y un Talismán, ese título lo t

an, ya debía tener cinco

er para darle una patada que rompió el cráneo

a -murmuró con r

asta que unos aplausos de ovación se h

grupo, una sombra eme

a oreja sobre una mesa larga desde

y idiota. Tengo planes para e

es no tardaron en apuntarle a Layla con su

en forma de vientos huracanados que no lograba evitar tan fácilmente

s, pero de pronto, un potente derechazo po

segundo golpe directo al abdo

fracturas en su columna y luego, un tercer golpe, del mismo ma

uelto tan sensible

inentendible la hizo abrir los ojos y e

cuando, de pronto, frente a ella aparecieron

dio la fuerza a Layla para usar Geo Tras

o del tacto junto a un muro qu

ió en la cocin

ón agitada, Layla quiso llorar, pero se

hechizo que consideró coba

ón, pero era lo

us ojos, pudo ver un pedazo de la taza, así que

e mantuvieron alejados con temor mientras el mago d

chizo, pero sus manos explot

ó mientras trataba

. Sí, debo usar un he

erpo se agitó con desesperación que tensab

De pronto, la habitación se llenó de u

muerte, pero de pronto, un extraño dolor en todo su cuerpo la hizo da

e agujeros profundos s

nta, su visión se fue cuando un martil

da de sangre y pedazos que

aña fue el mago del gusto,

tó quitar un poco del desastre, pero no podía qui

su alrededor, disfrutando de su vict

, se llenó de sus risas burlona y r

se mantuvo escéptica y alejada, esper

apítulo 0

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