El réquiem de un corazón roto
se inclinaba sobre su eje mientras asimilaba
rgos segundos, antes de que por fin lograr
, por favor. Acabo de regresar del extranjero, y cuando Brian se enteró de que
voz de Rachel sonó más segu
asada", respondió la
uños apretados, mientras una sensaci
ía no se hubiera cruzado con Tracy, habría permanecido a
ortunidades de mencionárse
visto por aquí?",
a consigo, al mismo tiempo que sus l
ace unos días me llevó a un viaje de nego
un cuchillo en el pecho de Rachel. Se sintió desnuda con sus i
ías? Supuse que Brian te lo había mencionado. Pero, no te preocupes, nos alojamos en habitaciones separadas. Los regis
os a formar la leve imitación de una sonrisa antes de decir: "¡Por supuesto
sbozó en respuesta ten
s de negocios como su secretaria personal, es bueno saber
l" resonaron en la mente de Rach
ese puesto, ¿quién creería que entr
o contrastaba marcadamente con el modo en que había dejado a Rachel sola para q
uando su mirada se posó en la muñeca
, salvo por el color: la piedr
con deliberada naturalidad. "¿Esta? Brian compró dos: una con un ru
en las venas de Rachel. Su cora
obsequio considerado no había s
ando preguntó: "Ya pasaron dos días, ¿Brian aún no te
scamente, interrumpiéndola. Incapaz
rada la noche; todas las habitacio
ó en el espacio vacío, pero
ció anormalment
l siempre le daba la bienvenida, ya fuera con una
irradiaba calidez y vida a
rcó el número de Rachel, p
a hojeando viejos álbumes de fotografías con
Sí, Rachel está
contesta su
sin batería", su
puedes pas
e le quedaron atascadas en la garganta, mientras
n su pecho, haciendo que cada
de Brian tenía su calidez habitual, lo
sí que decidí pasar t
e al abuelo para hacerle compañía, pero yo sin ti estoy completamente solo".
erla. "Si te sientes tan solo, ¿por qué no llamas a Tracy? Parece que tiene a
a la respuesta seria del hombre.
a la luz". Dicho eso, la
ente cuando retomó su c
girió que descansara un poco, en lugar de presionarl
con la mirada fija en su celular silencioso; sin llamadas y s
un sintiéndose intranquila, cuando
a, casi gritó, hasta que unos labios fami
usurró Brian c
de golpe, aturdida por la aparici
contra su cuello, puntuando s
es del hombre se deslizaron bajo su camisón, dejando unos
e abstuvo de llevar las cosas más allá, lo cual fue
el. "Eres muy cruel conmigo. ¿Es así
n tono peligroso cuando pr
gregaba: "¿Que no soy un hombre adulto? Tú lo sabes mejor que nad