Mi chica atrevida
ior es bonito, pero ya no me gusta. ¿Crees poder comprarme otro?", le preguntó con un dulce y persuasivo tono de voz.
ió el hombre de manera suave e inexpresiva, denot
que sonrió dulcemente y dijo; "Bueno, tú eres el n
s tres o cuatro veces. Yo tengo mil cosas que hacer, así que no me hagas pe
la pudiera responder, él
o de la puerta, se escondió de
casaría pronto, por lo que sus
no importaba si le conta
o podía quedarse con el ni
profunda y cautivadora le habló al oído de rep
da, se dio cuenta de que había
aba a Carmen con tanta exactitud, que hasta cada una
n seguida, ya que pensó que
r saltó tan asustada, que perdió el e
a. Acto seguido, sin siquiera preguntarle, la llevo al Maybach que estaba al costado
u futuro esposo estaba empujando a una mujer extraña hacia el auto! Por ende, su expresión
.
l co
?", preguntó Carmen al notar que
a y pensó en lo fácil que se había calmado
, pero ella podía traer paz a s
indiferencia; "¿Por qué estabas afuer
sé por allí de casualidad!",
e estamos destinados a encontrarnos". Entonces, hizo una pausa y añadió;
onzada y enojada con él al rec
de vestidos de casualidad, ya que, si hubiera sabi
ue ahora crecía en su interior gracias a lo que él
le ordenó ella con seriedad en t
no escucharla y en cam
cual hizo que ella gritara en tanto se agarraba con fuerza a la puerta.
ó inexpresivo y continuó cond
se hombre estaba loco, pues tenía
ener silencio el resto del ca
iudad cada vez más. "¿A dónde me llevas?", le preguntó
os!", le contestó Derri
haber entendido mal lo que dijo. A fin
este de North City. En él, había una gran pista de carreras, el
o, se bajó para abrirle la puerta a Ca
saludarlos con una actitud muy res
una más apropiada para la ocasión. "¡Derrick Morgan! ¡Déjame ir! ¿Acaso es
s de que volveré a meter a tu hermano en la cárcel", le advir