El Amor De Una Reina
abet
" me llena de orgullo saber que lo logré cuando me lo propuse, pensé que sería imposible, per
coro, su abrazo me
mis amores ¿Cómo
s niños son un terremoto, no, no un tsunami –sonrío, enarcando las cejas viendo a tres de mis pequeños poni
n la mano a la madre superiora Lili es todo un ángel, es la encargada de los niños
e pregunta mientras continúa aba
i escritorio observo los sobres con las cuentas pendientes por pagar del centro, lo
rriba, él es diseñador de modas, estilista, maquillador, además tiene un
rgarse de mi imagen en un concurso de belleza lo entusiasma demasi
¿Sabes lo que haría con ese dinero aquí en el centro? M
lo confundida–. Podrías dar a conocer tu trabajo en el centro, ahora los concursos están enfocados en las labo
uien lo presidia era un misógino superficial,
ente que buscan dinero es obvio, pero para llegar a eso deben hacer las cosas bien, apro
las cuentas –levanto los sobres con las deudas que se acumulan en m
quita de porcelana tengo unos diseños de vestidos únicamente para ti –junta s
había contado lo que me sucedió cuando salí a correr por e
eando mi rostro, me descuidé y de la nada salió un hombre con un cuchillo –el rostro de Joel palideci
ué ciudad crees que vives niña? ¡Esto
liente caballero... tenía su rostro cubierto por una capucha que tenía en su sudadera, la razón por la que se ocultaba es que tenía un parche en el ojo y dos cicatrices
itorio–. la noche estaba oscura, te habían atacado, estabas muerta de miedo, si a mí se me pres
espués y no puedo de
i mente me llevó a la
usculoso aún con la sudadera sus hombro
a–. Conozco cuando te gusta un homb
después de mi reacción seguramente le qu
.
a a poder pedir otro préstamo al banco ya tenía dos, comenzaba a preocuparme, Joel ya me había hecho un préstamo también el mes
salida que me quedaba, miré por la ventana y veía a los
mana D
s conocieran a las candidatas elegidas para el concurso, los medios eran los invi
espejo por
de colocar el fijador sobre mis riz
o de una sola manga con una abertura del lado izquierdo dejando al descubierto mi pie
hagamo