Mi ex esposa multimillonaria
la silenciosa y amplia cocina, en la que Ariad
l silencio, y, sacudiéndose las migajas
o esperando
saludó con una
pedido personalizado, encargado hace unas semanas,
stinto. Hasta parecía
n Lucien Albrecht, un importante hombre en l
r de ser su esposa, todos
que ella quería. Pero tampoco lo esperaba. Después de todo, en ese moment
icio perfecto, pero estaba dispuesta a esperar el día en el
nada más
su noche de aniversario, él aceptara cenar con ella
to", respondió. Tenía la esperanza de que esa no
o castaño antes de entrar. Sin embargo, ni bien pasaba por la
te Rose Garden. Estaba con una hermosa mujer", susur
aba con una mujer?
re su marido. Según su memoria, él odiaba las int
guro se estaba inventando un
seguir con su camino. Sin embargo, l
ice a la pantalla del teléfono de su amiga. En él,
podían definir con u
ia Barrette, una estrella en ascenso", siguió e
era bajo sus pies, y como si todos los s
ia Bar
egaba a creer lo que esas
avia ya se habían separado debi
mucho que su esposo sufría por ella. Así que él nunca v
e a sí misma de eso, se encontró llam
contestó. Intentó volver a llamar, pero la historia se r
ensó. Soltó una risita mientras vo
a buscar el regalo de Lucien. Ve a lo que vini
de persona, decidió dejar de perder tiempo y se dirigió a la
idencia. El tiempo había pasado volando. Y al percatarse de que Lucien lleg
encendió algunas velas aromáticas en los rincones
stejaban su aniversario, así que se sentó fel
dos en tres. Empezó a sentirse abatida lueg
dia noche, suspiró y se cub
recuerda ese aniversario?», pensó mientr
cumpleaños suyos, aniversarios, etc. Parecía tener una excusa para cada ocasión, d
que había soportado en
que soportar antes d
briéndose la sacó de sus
ente para eliminar todas sus dudas y pen
e levantaba, haciendo todo lo posible por
nsciente de que él odiaba c
hablaba, Lucien caminaba tambaleándose hacia las esca
o, rodeándole un hombro con el brazo. Frunció e
ntó sorprendida. Recordaba muy bien
lor a licor, Ariadn
de mujer?»,
, y la colonia que Lucien usaba era
umpidos cuando sus ojos grises se posaron en la mancha
n se apretaba, ya que
stado segura que no pasaría, ¡pero
a camisa de Lucien? ¡Ese tipo siempre había rechazado
dó la conversación de la
mirando la marca. Sus labios se mov
a pesar de sus intentos. Era como una bola de ácido atascada en su garg
tenía
ción de él, o a la respuesta que le d
queño mundo, Lucien se zafó de su a
de cinco años de matrimonio no podía soportar algo
z fría y carente de sentimiento
apretaba. Lo vio apretar la mandíbula antes de seguir hablando,
los papeles