Me Quemo por Ti
en la habitación, el aire estaba cargado de tensión. Sebastián estaba de pie cerca de la ventana, mirando al vacío, su rostro tenso, como si intentara reunir sus pens
ada, escondía una amenaza latente que solo se hacía más evidente a medida que las palabras se deslizaban entre el
antes de que pudiera controlarse. No dijo nada de inmediato, como si las palabras
a algo en sus ojos que reflejaba no solo frustración, sino también miedo. Como si el hecho de qu
ía decir? No podía contarle a Valeria que había sido su propia culpa, que él mismo había alimentado esa men
endía. Pero estaba claro que, aunque no comprendiera todos los detalles, sabía
dén cruzando su rostro. Se acercó un paso m
a contenida, una rabia por ser puesta en una situación tan comprometida. Valeria nunca había sido tonta. Siempre había sospechado
n. Se pasó una mano por el cabello, claramente agitado, como si
como una avalancha, su voz llena de desesperación. La situación se había salido completamente de su control. El amor por Ana, l
rma que sus rostros estaban ahora tan cerca que la respir
en el aire, llenas de una dureza que hizo que el corazón de Sebastián se detuviera por un segundo. Había algo
por primera vez en mucho tiempo, se sintió completamente vulnerable. Había menti
ró, como si ese sonido fuera una señal de su destino inminente. Sabía que, en cuanto contestara, todo lo que había inten
corrió la columna vertebral. No tenía idea de lo que ella quería, pero no podía evitar sentirse atrapado,
teléfono. Su respiración se hizo más pesa
con voz tensa,
pero había algo en ella que lo dejó helado. Un tono
sa antes de continuar-. Te vi esta mañana. Sé lo que has es
o, completamente congelado, mientras una oleada de pavor lo invadía. A
una mezcla de rabia y satisfacción, como si el desti
. - murmuró, con una sonrisa sombría,