Herencia de Luna y Sangre
nde el tiempo parecía haberse detenido. Las casas de madera envejecida formaban senderos irregulares y, al anochecer, el humo d
ra conocida en la aldea por su sabiduría y conocimientos curativos. Sus manos, marcadas por el tiempo, se movían con
a Iris, mientras trituraba hojas de salvia-. Los hombres lobos caminan entr
ura, dejando de triturar pétalos de lavanda. Sus oj
na sonrisa enigmática-. Pero debes recordar: la luna influye en to
o de algo extraño. Sin embargo, Laura no se inmutaba. Le bastaba con las enseñanzas de su abuela, las larga
iró fijamente el cielo despejado. La luna llena brillaba intensam
-murmuró Iris-. Siento q
r plateado. Su corazón latía con fuerza. Algo en su interior respondía
nocturno. Agudo. Cercano. Laura se v
preguntó, con la
Cierra las cortinas y a
irresistible. Otro aullido, más cercano esta vez, resonó desde e
rró Laura-. Está
n brazalete de plata grabado con símbolos antiguos. Se lo colo
, abu
erta. Golpes violentos. Rugidos guturales. La madera se astilló.
la cama, L
su escondite, vio las sombras de criaturas enormes, con garras y ojos que brillaban
-vociferó Iris a
ando uno de los atacantes cayó herido. Pero no fue suficient
ura, saliendo d
o de su abuela, con lágrima
ris... po
o aliento, I
s... El brazalete.
buela cuando escuchó más aullidos. Se abrazó a sí misma, con el brazalete de plata brillando en su muñeca, y levantó la vista
cambió. La noche en que la