LA NOVIA FUGITIVA
sión de su cuerpo. Su rostro palideció, y todo su mundo se derrumbó cuando la mujer que esperaba para casarse
edería -Cristine , la madre de Fernando acudió
rdido todo. Mi abuelo no me per
trató de consolarlo, pero él s
ernando , se levantó de su asiento y se diri
nombre de mi familia -espetó el hombre enfurecido. Su ros
ija no llegó, algo pasó. Déjame llamarle -Rica
uerte dolor. Su rostro palideció por comple
ngustiado, corriendo hacia él y tomándolo en sus
consumido por el temor de perder a su abuelo, pero la vida se estaba compo
abrazó a su abuelo, y uno de los asistentes,
stopher, realizó la revisión correspondiente, pero ya no había nada que hacer
iró con compasión a Fernando y su madre, mientras
us lágrimas rodaron por sus mejillas de manera desgarradora. Su
encantadora de la ciudad se transformó en un auténtico tormento. Los acérrimos enemigos
nolds pague. Lo juro por la memoria de mi
a mujer no es culpable. Por f
tido, todo por su ambición. Pero te aseguro que saldarán cuentas;
ndo . Aunque parecía un hombre enigmático y dominante, en el fondo era bueno. Sin embargo, el dol
eses d
o en la empresa insignia de su familia, sí lideraba la rama más relevante como CEO de la var
ás taciturno, más esquivo conmigo -Virginia s
humor en este momento
Qué te pasa? Sé que la muerte de tu abuelo te af
jor que te vayas. -Virginia abrió los ojos sorprendida y estaba a punto de
do anunció la llegada d
momento de la oficina? Necesi
ra la persona a la que Fernando había contratado para indagar sobre Amelia. Quería descu
des tienes para mí?
ida. Como sospechábamos, la señorita Amelia cambió su a
¿Con qué
nque mantiene contacto constante con su madre, nadie sabe que
que Amelia huyó, algo dentro de él cambió. Ya no era el hombre imponente y orgulloso de siempre;
endo allí? -pre
n un supermercado. Es
ermercado -ord
Señor,
i nombre, o mejor aún, a
es él,
Dorian. Simplemente
s un lugar pequeño, sin futuro.
trega para dentro de una semana. Yo mismo
a mientras Fernando disfr
s. ¿Qué harás ahora?>>, se dijo a sí
o una oferta irresistible a los dueños del supermercado. Con el dinero obtenido, se jubilaron, renunciando para siempre al trabajo. Anunciaron
día, vivía con lo justo y no perdía la esperanza de encontrar algún día el amor verd