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Adicto

Capítulo 2 El hombre perfecto

Palabras:2100    |    Actualizado en: 04/01/2020

a de que estaba usando ropa poco abrigada para salir al exterior. Apretó las manos en un puño, se sentía impote

dolía pensar en que los momentos tan preciados que había pasado

s recuerdos que le esperaban en cada rincón, sus pasos se hicieron demasiado pesados como para movers

No deberías estar en una cita con Jasper, cómo es que tienes cha

", resopló Amelia sin rodeos. Entre ellas no existían las formalidades, eran mu

pasó? ¿Jasper no qui

esta noche y vámonos de copas, ¿te parece?". Amelia fue directo al grano, en

amiga para arreglar eso!" Courtney no la detuvo sino que la aupó: "¿Qué tal si vamos a Moon Bar? He escuchado

, entrecerrando los ojos. De hecho, ella no se había cuestionad

s de neón inundaron con sus colores la zona comercial de la ciudad. Poco a p

o solo quería emborracharse, no perdió el tiempo y caminó directo a la barra sin esperar a nadie, c

escuchó, pues no esperaba que una chica

ntorno en el bar. Había muchos hombres y mujeres bailando apasionadamente al son de la música

o varias copas de vino hasta que sintió que el rostro le ardía y un dolor le halaba el estómago hacia abajo. Evidentemente, como no habí

amablemente el cantinero cuando la

después perdió la cordura, empu

novio y en cinco años de relación

ca de ella y se detuvo cuando la escuchó decir es

ndo", sugirió el cantinero, mientras

e? ¿Y por qué no? ¡La bebida puede ayudarme a disipar el dolor! La verdad

a torpemente su corazón y al fin

l cantinero sin sab

e encargaré", dijo una

diendo a aquel hombre con su exnovio. Su llanto se intensificó cuando pensó que Jasper s

l asunto por miedo a meterse en problemas. "Señor, ya que es amigo

eguida y, sin decir nada, pagó la cuenta

bía tomado mucho, el frío le dio algo de sobriedad, así que miró al hombre frente a ella y le pr

tear y golpear en el a

ia se dejó sentir en la fría voz del hombre c

tratar de reconocer sus rasgos pero estaba oscuro y no podía ver bien. Sin embargo, como le dolía el estómago vacío

bablemente por su expresión de sufrimiento, l

pronto como el hombre apagó el auto, un mayordomo se acercó a él y dijo: "¡Señor Lucian, el

o, algo disgustado por las palabras del mayordomo. Sin embargo, cuando su vista bajó

!", gimió Amel

l doctor Chen!", le pidió al mayord

á esperando por nosotros, señor",

ombrío y espetó de mala gana: "

a un suspiro de alivio; acto seguido, Darren esbozó una sonrisa cordial

dentro de la mansión, el espacio se s

gó a sentir que la abrazaban unos brazos cálidos. Aunque quería comprobar si esa persona era Jaspe

en estaba acostándola en la cama en ese momento, la miró directo a la cara cuando ella pro

í, señor Lucian", anunció e

n, déjalo

ra a Amelia. Cuando el doctor Chen la examinó, enseguida

o demasiado distante y arrogante. Aunque había salido con varias chicas en el pasado, nunca las había llevado a su casa, sino que se encontraba con ellas

de úlceras por haber bebido demasiado sin haber comido ant

ras el informe del médico y luego le hizo un ademán al mayordomo

tación para cambiarse, pero pronto empezó a escuchar u

eguntó con las c

amo, corrió directo hacia él y le informó: "Señor Lucian, la señora no quiso co

bufó: "Ni siquiera eres capaz de lidiar con algo tan

finitivamente la mujer que yacía sobre la cama debía tener una relación muy

gua con miel, algo contrariado por el hecho d

o", pidió Luci

lo, despedí a todos días antes de su regreso". Darren Fang estaba en medio de un dilema porque no sab

con cortesía: "Darren, ya es tarde, deberías irt

abeza y se volvió, un tanto preocupado. "Señor Lucian, el señor Ni

con impaciencia y sus ojos lue

e fue, el silencio re

agua a su huésped. Respiró hondo antes de coger a Amelia entre sus brazos y, como si

su vista seguía borrosa y alzó la mano a

icientemente ágil como para evitar

la mesa de noche e inmovilizó a Amelia con una mano y le a

ue le diera de beber porque, aunque el vaso rozaba su

, pero cuando se dio la vuelta, Amelia lo agarró por el brazo y

de su voz embriagada, eso lo hizo dudar

iel primero". Su voz fría se suavizó

epintió de haberse adju

ivo porque Amelia no se tomó el agua, en vez de eso, e

ornó sombría y sintió como si estuviera a punto de colapsar. Aunque quería apartars

, Lucian la había traído hasta su mansión y, por m

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1 Capítulo 1 Lidiando con la traición2 Capítulo 2 El hombre perfecto3 Capítulo 3 Amor a primera vista4 Capítulo 4 Una esposa de mentiras5 Capítulo 5 Esposa ante la ley6 Capítulo 6 Dejar el pasado atrás7 Capítulo 7 Eres una celebridad8 Capítulo 8 De regreso a casa9 Capítulo 9 La dama de honor10 Capítulo 10 La ceremonia11 Capítulo 11 ¿Te casaste 12 Capítulo 12 Déjame abrazarte13 Capítulo 13 Encuentro con los suegros14 Capítulo 14 No podía dejar de mirarla15 Capítulo 15 La noche en vilo16 Capítulo 16 Eres tan narcisista17 Capítulo 17 Amistad18 Capítulo 18 Tensión en el ambiente19 Capítulo 19 Una cena juntos20 Capítulo 20 Primer día de trabajo21 Capítulo 21 Bofetada de bienvenida22 Capítulo 22 Ataque al corazón23 Capítulo 23 La enfermedad de Vernon24 Capítulo 24 El retrato25 Capítulo 25 Conociendo a Sasha26 Capítulo 26 Me tengo que ir27 Capítulo 27 La novia de Lucian28 Capítulo 28 Solo te quiero a ti29 Capítulo 29 Dime cariño30 Capítulo 30 Asuntos que atender31 Capítulo 31 ¿Te es infiel 32 Capítulo 32 Un beso de verdad33 Capítulo 33 ¿Duermen en camas separadas 34 Capítulo 34 Solo me importa tu felicidad35 Capítulo 35 Una buena esposa36 Capítulo 36 Un gesto exagerado37 Capítulo 37 ¿Tienes algo que decir 38 Capítulo 38 ¿Por qué todavía tienes dudas 39 Capítulo 39 Debut en la Mansión An40 Capítulo 40 La fiesta de cumpleaños de Shelly41 Capítulo 41 Un viejo amigo42 Capítulo 42 Ella esperaba que su sueño se hiciera realidad43 Capítulo 43 Deberíamos dormir en la misma habitación esta noche44 Capítulo 44 Gastroenteritis aguda45 Capítulo 45 Los celos de Lucian46 Capítulo 46 ¿Qué ganabas con mentirme 47 Capítulo 47 La valiente confesión de Amelia48 Capítulo 48 Una mañana llena de sobresaltos49 Capítulo 49 Tres son multitud50 Capítulo 50 El deber de una esposa51 Capítulo 51 Estamos destinados a estar juntos52 Capítulo 52 La víspera de Año Nuevo53 Capítulo 53 Un beso en Año Nuevo54 Capítulo 54 ¿Cuál es la prisa 55 Capítulo 55 Un encuentro incómodo56 Capítulo 56 A cierta distancia57 Capítulo 57 Celos58 Capítulo 58 De nuevo con gastroenteritis59 Capítulo 59 No iré a casa esta noche60 Capítulo 60 Durmiendo en la misma cama61 Capítulo 61 Por culpa de su malicia62 Capítulo 62 Gracias, cariño63 Capítulo 63 De copas con Courtney64 Capítulo 64 Courtney desapareció65 Capítulo 65 Un Accidente66 Capítulo 66 Un ensayo autocrítico de cinco mil palabras67 Capítulo 67 No estamos tan familiarizados68 Capítulo 68 Tiempo juntos69 Capítulo 69 Trabajo en equipo70 Capítulo 70 La urgencia de concebir71 Capítulo 71 Celos fuera de lugar72 Capítulo 72 Su singular ingenuidad73 Capítulo 73 Están despedidos74 Capítulo 74 El fin de su relación75 Capítulo 75 Otra noche sin regresar a casa76 Capítulo 76 Amor que hiere77 Capítulo 77 Borracho en un bar78 Capítulo 78 Almuerzo con los Zhan79 Capítulo 79 El sufrimiento te hace madurar80 Capítulo 80 El Festival de Primavera81 Capítulo 81 Cena a la luz de las velas82 Capítulo 82 Por ahora solo queremos pasarla bien83 Capítulo 83 Asuntos pendientes84 Capítulo 84 Preguntas incómodas85 Capítulo 85 Cada día sin ti es una tortura86 Capítulo 86 ¿No decías amarlo 87 Capítulo 87 Firma de los papeles de divorcio88 Capítulo 88 Buscando a Amelia89 Capítulo 89 Lucian es mío90 Capítulo 90 Te necesito ahora más que nunca91 Capítulo 91 La propuesta del hombre misterioso92 Capítulo 92 La decisión más difícil93 Capítulo 93 Invitados al banquete94 Capítulo 94 El amor no se puede ocultar95 Capítulo 95 Un regalo divino96 Capítulo 96 ¿Todavía sientes algo por él 97 Capítulo 97 ¡Aguanta, Amelia!98 Capítulo 98 Quiero ser un padre amoroso99 Capítulo 99 Un nuevo trabajo100 Capítulo 100 ¿Tienes miedo