El Legado Oculto

, salvo por algún transeúnte que corría buscando refugio. En el penthouse donde Elías Castellanos trabajaba, el sonido

rafías formaban una red compleja, el corazón de un plan que llevaba meses elaborando. Samuel estaba a

mañana. Emilia De la Vega lo acompañará, como era de esperarse. -Samuel seña

uien que sabía jugar en las sombras casi tan bien como Lorenzo. Si había

nal, su reflejo mezclándose con las luces de la ciudad-. Emilia no es fácil d

to directo? -preguntó Samuel, not

bligue a escucharnos. -Elías giró hacia Sa

mente los documentos

r, pero no parece involucrada en las actividades de su madre. También hay una propiedad

o que había creado, pero también implicaba riesgos. E

sarla si es necesario. Por ahora, centrémonos en la gala. Quie

bitación, repasando cada movimiento en su mente. Sabía que estaba juga

ega discutía detalles de la gala con su asistente personal. Lorenzo había insistido en que su presencia era crucial par

mirando a su asistente con una firmeza que no a

los documentos que había preparado, un ligero presentimiento comenzó a crecer en su interior

, enviado desde uno de los contactos más confidenciales de Lorenzo. El contenido era breve, pero

n rápida. Si alguien estaba intentando ace

naban las calles inundadas que llevaban al lugar del evento. En el gran salón del hotel más exclusivo de la ciudad,

pecable no levantaba sospechas, y cada paso que daba estaba calculado. Samuel y dos miembros de

su porte lleno de la seguridad que solo alguien acostumbrado al poder podía proyectar. Pero era Emilia quien capturaba su atención. Habí

Elías la siguió, asegurándose de que nadie notara su presencia. Cuan

, necesito unos mi

expresión pasando de la so

ace aquí? -preguntó, su

resarle. -Elías dio un paso adelante, extendie

para revisar su contenido. Su rostro no mostró nin

tando la mirada hacia El

n junto a Lorenzo podría estar en peligro. Y si n

mirada ahora llena de una mezc

cree que puede manipularme, e

e contrastaba con la intensidad de la situación-. Solo q

ión. Sin perder tiempo, Elías desapareció entre las som

información era clara y detallada, lo suficiente como para sembrar dudas sobre la lea

desarrollo de la noche. Había plantado la semilla de la d

objetivo, pero también lo ponía en mayor peligro. El tablero estaba en movimien