La muñeca del rey mafioso
ce a la j
llo rubio cenizo se encontraba en po
in me
s bella, sobre to
pervertido, se busca a la
olor de los ojos de esa joven es hermo
ido ser bella, es la mujer de un asquer
a, ¿no la han maltratado de
-Me respon
nto es que nada es a como parece y que se debía temer a esa clase de p
molesto, era al verla a ella junto a un hombre co
ama como el tal
da por el interés, quizás era pob
buscar una vida fácil, al final p
llegar a fondo de la verdader
que le gustaba lo fácil, me dije a mi mi
, así que me fuí a la otra sala para
ntas de las anfetaminas, escucho un grito ensordecedor del otro lado. Me a
oz llamativa a mis oídos, pero pr
cho a ustedes, yo no sé n
me con él, obligó a mi familia, dijo q
ndo como una linda gatita, así me son
como si alguien la opr
ermosa que pude haber visto en mi vida, sus ojos color amb
tra mañana, no me acordaba ni de sus rostros, pero si algo iba a e
ió a mí
r, señor, ¿usted
íctima en todo esto, fuí forzada a esta
diario el pellejo, no tenía miedo a nada, tenía un temple salvaje e indo
barata no? -R
de desarrollar y ya andan en busca de un ho
s. Hasta mi pequeño general Tiropi
r recriminando de el porqué ella estaba con alguien como mi enemigo, y a t
lla, zarandearla, a la vez, al verla ll
inal
olo lloriquear, yo era un hombre ocupado, las lágr
gustará ver que a su hija la trat
fundiendo con un hombre may
de lo que me acusa es, usted no d
que me preguntas, por f
ñía de ese viejo idiota, a
en mi pecho, una sensación nunca antes sentida por la si
, sobre todo con quien se m
abía que mi corazón se inquietaba al verla, creí justo ahora que eran po
tanto. -Ordené a Tiropin mi hombre al
seguida señor
otado, casi enfermo. ¿acaso me esta
alma y corazón. Quizás no llevábamos la mis
i confíanza estaba en él, me miró de
-El sonrió de m
o a ninguna mujer, que tienes a esta joven que t
or? -Le recriminé, en
o diría que estás enamorado de
alosamente. Luego lo m
imera vez para su chica hermos
sepa como es el amor, acaso no crees que no sé cuáles son sus
endo ahora mismo
volvió a la celda, recordando a esa mujer de un chi
stiga la vida
ber? -pregunta s
To
¿No es d
aber por qué. -Le doy co
ue mi padre lo rescató, él llegó junto a su madre
do con el detalle que creía que tra
eligente, mi padre le pagó los estudios en las mej
roblema, él estudió derecho y se convirtió en abogado, es qu
s maneras, también me hace el rol del hermano, el que me presta el homb
.
Tiropin me llamó
me
pasaré a
? -D
jovencita
as dejo los documentos que reviso. -Ella
tor de mentiras? -A lo que
inar, ella hubiera vomitado hasta lo
itación con cama y dele
golpeen ma
os últimos días había estado tan ocupado
la me
demos ir a dejarla a alguna
idamente y sin pe
mada, quedo pensativo, ¿p
os que no me permito irme a ver a la jovencita que
er a esa mujer bajo mis órdenes, está claro
me llama Agus
o que ella dijo que le hizo ese veje
ón para saber que era una víct
ente, que me den de comer bien y que la doctora
que si, pero queda algo si
o, se que tiene
res mantener en cautiverio? -Me pregunta, Agus
io. Entonce
cobija, babeas por ell
no tengo ni la mas mínima intención de continuar,
ecto al corazón -Arrugo el entrecejo y hago
, te has vuelto lo
volviendo loco eres
er me ha movido el piso a cómo supones. Nadie
demuéstra