Conociendo a el Sr Zambrano
n atrás mientras caminaba con pasos rápidos hacia mi pequeño piso. No podía dejar de pensa
mas. Cada recuerdo de su presencia hacía que mi corazón latier
nifica nada," me repetí, aunque
era, arrancándome de mis pensamientos. Me detuve en seco, el pecho subiendo y
, mi voz temblando, mien
de traje impecable,
e desea habl
jefe? ¿Qué q
uerta trasera del auto. El aire a mi alrededor par
a
on una intensidad que me hizo sentir desnuda. Mi respiración se detuvo por un segundo,
de darme cuenta, mis pies ya se movían hacia el auto. Subí sin decir palabra, y la
a casi insoportable. Podía sentir su mirada fija en mí, pero
ntenerme al
una nota de frustración que parecía di
egunté, obligándome a levan
sus codos descansando en las rodillas mien
ento en que te vi en el hospital, te co
respiración se aceleró mientras inte
tido -murmuré, sac
ntido del que
-solté, sin
increíblemente atractiva. Se inclinó
Porque cuando te miro, t
mi pecho. Quería decir algo, cualqui
eerte. Quiero que seas mía
brutales. La honestidad crud
respondí con voz temblorosa, i
ro esta vez había algo
y aquí. Porque tú no
segundos que se sintieron eternos. Él se acerc
Esto no tiene q
único que podía hacer era mirarlo. Su cercanía, su olor, su presencia...
ás? -pregunté, intentando m
n algo oscuro, algo q
lvidarte. Pero déjame decirte
los míos con una urgencia que me dejó sin aliento. Este beso era diferente al de la azotea. E
, intentando encontrar algo a lo que sostenerme mie
era pesada, sus ojos oscuros y ll
ar esto -susurró, su voz ronca, antes de a
saber qué hacer o decir. Él se inclinó una última vez hacia
que no suelo dar seg
ajar. Me quedé en la acera, viendo cómo
e debería olvidarlo, alejarme de todo esto, pero
pequeño piso, una sola pregunta resona