Amor ilÃcito al jefe encantador
tima vez que un h
gnorando durante meses, si no años, agrego-: No me gusta la idea de usar el sexo para nada,
da ella-. Pero... n
y me rÃo. -No
ensación de que me tengan lástima. -Entiendo por qué no confÃas en los hombres, nena, y no digo que tengas que confiar en él. Pero si te
con mi desánimo. Encorvo las rodillas hasta el pecho. Mason resopla y p
tá insinuando Silvia , esta
n Mike Andrews , el hombre que ha
s y distantes entre sÃ, pero suficientes. Los gritos, la ira, las manos alzadas. Un ex en particular me
y a mà misma. ̶ No me importa si me quiere. No vo
I
sta recordarme exactamente lo que p
ndo. A Alexia le encanta hacer un espectáculo de eso, y hoy va a toda velocidad con una presentación que requiere que se ponga de puntillas para señalar
ado por las arrugas del entrecejo y el exceso de lápiz labial. Lleva el pelo largo suelto, desafiando el estereotipo de géner
que les da más autoridad
ana pasada sentaste las bases para est
al vez deberÃan haberlo sido, porque Alexia me
por ti, se
e está haciendo, y cuando miro hacia la m
e la luz... ¿podrÃa es
re los dos mientras Alexia , el último a
ce. Me dijo solo lo que necesitaba saber y lo que tenÃa planeado para esta semana. Rec
de su amplio pecho. Una decisión inteligente, ya que dos de los p
Alexia . Me recuesto en la silla y trato de reprimir una
oficina más tarde y podemos repasar esa declaració
le lanza otra mirada fulminante a Alexia . Apoyo los ta
ltarme; es como un
ncipal. No es un buen lugar para situaciones como esta cuando se apriet
ité esto de las manos
el top escotado que lleva puesto. Puedo sentir miradas sobre nos
o miro hacia arri
legales. Vuelve a poner los ojos en blanco antes de volver a concentrarse en la tarea en cuestión. La posición atrae la atenci
mirada de Abril mientras empujo a Alexia para
cia un rincón. El instinto ha tomado el control
el
rita R
a de su blusa se acomoda hermos
lemente observando. TodavÃa hay ojos sobre mÃ, sobre nosotros, pero no me i
o era ese
o, molesto. Una comisur
e está
en las manos de Alexia . Ella puede verterlo sobre su cuerpo
y los asistentes legales tosen, arrastran los pies y
ayudarte
ce una semana, cuando la vi tentadorame
erza c
nes terminan en tartamudeos sorprendidos.
nc
la rápidamente. Un hábito que la convierte en una buena abogad