Pequeña Pervertida
la habían besado, era curioso, al parecer esa chica era virgen de pies a ca
ella gira el rostro hacia un lado, Anton
e toque -le dice
a toma por el mentón obligándola a mirarlo-. Tú no me das ningún tipo de orde
parecía estar jugando con sus palabras
lo que suelen hacer ustedes con las mujeres, co
s debido a la altane
labios, baja la mirada a los mismos mostrando deseo, luego vuelve a verla a los
la cercanía de ese sujeto, su respiración llenaba sus propios pulmones
omantizando aqu
licadas curvas, seguido de eso se queda en la parte baja de su cintura y rápidamente c
ue pudiera evitarlo, luego siente como los labios de él golpean los suyo
bien qué diablos está pasándole, ¿Por qué reaccionaba de esa manera
el de esa chica, pero cuando continua el camino por sus costados deja de besarla y
e y baja con rapidez m
uz y seguido de eso
él consigue levantar su blusa hasta
que él estaba viendo en realidad. Lo que sus ojos miraban eran todas esas marcas en el cuer
so? ¿Qué signif
mirando. Le avergonzaba que estuvieran viendo su cuerpo y más en el estado en e
hablar, así que se baja de la cama
enta de que estaba sola en el cuarto y siente alivio de saberlo. Suelta el
o iba a poder escapar por allí. Luego camina hacia otra puerta dando con e
sas mar
manera. Niega y sale del baño para volver a
.
ego enciende un cigarro para darle una gran calada, libera
¿Qué diablo
ada a Bianca, ¿él sería el causante de todas esas marcas? Era consciente de que
la forma en la que lo beso era evident
ue Vittorio,
o le parecía desagradable esas marcas ¿Por qué? Era un hombre que le gu
o debido a escuchar un ruido. Se pone en pie rápidamente y desenfun
mente a él y apunta el arma y es cuando observa que era Bianca la que i
a la cara. Ella solo lo miro con mie
pregunta aun apuntand
S
que eres
Qu
la casa de Vittorio por tu
ecues
el arma par
ce c
tiem
con esas heridas, y es que tampoco podía, se
e esto, pero de
ella con su arma en la mano que la obliga a re
tá muy cerca de ella -. No creo que tenga qu
a acostarse con ese hombre. No q
bre? -Antonio se queda callado ante esa pregunta, mira
ca se le escapan
s labios de Bianca mientras que sujeta su arm
te deje ir. Al menos por un largo tiempo -sus
en sus ojos, ¿Qué era lo que iba hacer? ¿Entregarse y hacerlo m
rantiza de que si lo h
e Bianca -masculla casi junto a sus labios -. Pero debes ent
lo que ella abre l
tonio también
s aquí por m
, sus abuelos la necesitaban. Dejarlos solos significaba como dejarlos
como ella empieza a caer, tarde o temprano ib
de aceptar, Anto
, saques de tu cabeza la estúpida idea de escaparte y te metas en la maldita cama. Sí tan solo vuelvo a oír que
a confiar en él. Al principio parecía dócil, pero de la nada
e asusta, luego sale corriendo hacia las
a la puerta de su habitación con fuerza, luego gira el rostro hacia las esca
.
lpe, la joven se sienta en la cama abruptamente para ver a ese suje
ucho mejor que el catre que ella tenía en casa -. Supongo que bien,
la nada mira como e
ué
-su voz de sarcasmo era bastante
ama, pero Antonio la pilla por el rabil
te levantes de la cama -ordena con voz
queda
propuesta estúpida que te he hecho -ella se queda mirándol
de eso el bóxer, pero en ese instante
quedas allí e
lo h
e enfundaba tanto miedo. Ella traga saliva a
es que le estaba costando muchísimo sostenerle la mir
una ducha
lla inocencia que acelera
mientras que ella observa con los ojos bien abiertos. Luego
mientras que camina hacia el baño. Su corazón no dejaba de latir, iba a toda prisa
ente que él empieza a levantar su camisa
N
demás tienes las mismas prendas desde que lleg
sola -musita co
lta que esta mañana he amanecido
dera de ella que la hace tensarse. Vuelve la vi
limpiarte c