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Perversos Deseos: Poder y Lujuria

Capítulo 10 Episodio 09

Palabras:3247    |    Actualizado en: 04/11/2024

o de él, no había visto a su James aún y no tenía que continuar con aquel

lanes de boda con su prometida, nada ni nadie podía cambi

nto, porque, James no era sólo su estudiante y que se preocupar

s, y es que en todos aquellos años jamás se vio tan estresado como lo estuvo el fin de semana y excusándo

sobre su hombro. Cogió unas cuantas toallas de papel y secó

oque se volvió a repetir; frunciendo el ceño, irguió la espalda, y si

más fuerte, escuchando el pron

ió el interior de su mejilla y peinó los m

as a la persona irritante que esperaba fuera, él abrió la puerta; pero no pudo hacer mucho antes de mirar aquel gesto jocoso. Enseguida fue em

puño sobre la tela y jalándolo hacia al frente, sus pechos juntos c

te ante la pronta cercanía; aunque su tono escuchándose fuerte y de

bre reaccionó e intentando libera

esores! - Intentó, pero tan sólo consiguió una son

comentar, su voz burlo

ontra el lavamanos y su gesto pintando entre el horror y el enojo. James entrecerró los ojos, re

abio -. Estabas muy interesado en ayudarme, me deja

l cuerpo del estudiante y abri

demasiado arriesgada y tan sólo consiguió que su profesor lo detest

veces suele ser muy amargado, sin embargo el camarero Sean. - con aquella última broma, él abandonó el pequeño baño, no sin a

s ojos bien abiertos, no comprendiendo de inmediato por qué Sean estaba encerra

hacia atrás, suspirando y admirando como Jame

ue caminaba por los pasillos, tragó saliva-. ¿Qué ha

o y me pidió permiso - mintió saliendo rápidam

iendo dijo, - estos

hó a reír un poco más calmado -

rar al salón, se arregló un poco y entrando manteniendo la respiración, todas la miradas se clavaron contra él, James irguió la es

- Cuando terminó s

más mínima atención a la clase, pues estaba perdido admiran

la atención de todos. James sonrió con confidenciali

entrelazó los dedos de su mano y admirando con fijeza el ro

ndo de sonar importante-. Esta tarde debo ir a una sesión de fotos y

en una indeseable rabieta. No pudo haberse esperado más de Alex, de inmediato se arrepintió de habe

inar hacia el frente del salón, sin embargo, mantenía su mirada posada sobre la del chico-. Y lame

a Mark, Sean alejó su mirada. Ésta fue acaparada por los ojos

sus estudiantes, aún más con aquél trio de idiotas en su clase. Pero, nunca espero que la humillación pasara a ser dañina. Él sabía lo muy

a metamorfosis de colores, pasando de blanco a rojo. Pero sabía q

escuchar por sobre las burlas, aunque sin apartar su mirada

ni siquiera se molestó en ponerse de pie, él sabía que el profesor lo querría a solas y

el escritorio mientras chirriaba los dientes. ¡Era suficiente! ¡É

l primer pupitre. Sean guardaba las cosas en su maletín con tosquedad. Y cuando su

o, Sean dio un paso al frente. Su dedo acusand

as - gracioso, mordió su labio-. Si no dice eso, juro que jamás me h

estúpido juego. ¡Estoy cansado de que siempre seas tan irrespetuoso y te valga un pepino avergonzarme delante de todos! Y esto que hiciste hoy, has llegado al

alabras pudieran ser revertidas, porque no quería que Sean lo odiase de aquella manera. De igual fo

tiendo un increíble nudo en su garganta-. Siempre creí que podría ignor

, Sean parecía estarse conteniendo por dentro. Y aquello tan sólo lo hizo inspirar

ordió su labio. Por completo

ende - respondió,

omodó en el pupitre-. Y ya que hablamos de cómo nos sent

uir resultados. Me frustra, ¿sabes? - murmurando, hizo una mueca cuando volvió a encontrar su mira

er su columna al darse cuenta de que su mirada estaba fija en aquel preciso punto, como también, después de escuchar aquell

a subirle la autoestima. Y aunque su enojo no cesaba, a

ncio. James achicó su mirada de una manera sugerente, y mordió su labio con

aba todas y cada una de sus neuronas-. Vamos, Sean, ambos somos adultos, aunque no te parezca, yo lo

ar una sutil mueca de placer en ella. Aquello no pasó desapercibido para sus ganas,

posó sus manos a cada lado del cuerpo del mayor, acorralándolo contra el escritorio. Sean tragó saliva-. No sé

e sus oídos escuchaban, pero tampoco podía creer la reacción

entirse por completo nervioso, atosigado. La última vez que estuvo tan cerca de James, fue en el bar c

momento tan sólo quería poder alejarse de James, antes de

formación que su cerebro procesaba pues, cuando una imagen lúcid

- logró murmurar

e, al parecer, el mayor no era tan amargo como hacía lucir a diario y sin poder contenerse, posó una mano en la cintura de est

ar ambas bocas. Por supuesto, el profesor desvió la cabeza, y jadeando, sinti

quemarse en las llamas del infierno, pero creyó que aquello no podría ser peor.

tando con sutileza. Podía ver el rostro de su profesor, por completo enrojecido, y sabía

ándose caer de rodillas. Los ojos del mayor se abrieron casi de inmediato, si

ón mientras desabrochaba el pantalón de Sean-. D

rriba cuando metió su mano dentro del bóxer del pelinegro, envolviéndo

joder. Tú no pu

relamer sus labios. Admiró con ojo crítico aquel pedazo de carne. Pensó que era much

completo y tomando el suficiente aire que sus pulmones requirie

Parecía confundido, enojado y a su vez, ansioso. Aquello último fue suf

e con esto, Sean.

, J-

endo aquella deliciosa polla en toda su cavidad. Sean cerró los o

hacer algo para detener a James. Sentía los dedos de sus pies entumecerse e increíbles escalofríos recor

podía sentir el regocijo llenar por completo su anatomía al darse cuenta de que por fin estaba sucediendo. Y no evitó se

aquel hecho le pareció adorable. Sean permanecía con sus ojos cerrados y el ro

escuchó el casi inaudible gemido que dejó esc

ó, volviendo a su tarea y pasando s

tembló en su puesto. Jamás creyó que hacerle una mamada a Sean sería tan placentero, pero aqu

oviéndose más rápido y la cabeza de aquella polla golpeando su garganta una y otra vez. En su lugar, Sean percibía como remolinos arremetían contra su cuerp

, él supo que no podría aguantar mucho tiempo más y cuando estuvo preparado para correrse, fue incapaz de ap

endió por sus labios, limpiando por completo el pene sensible de

mada! Y lo más sorprendente, él no lo había detenido. ¿Debería sentirse

dando el pene de Sean luego de terminar y

a, por completo impactado, y con sus piernas te

es... ¿Qu

mes, arrodillado aún en el piso, Sean cogió

onzado que en aquel momento. Y desde lu

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