Destino IMPUESTO
3 - Des
rad
do los últimos días del último año. Se dirigió directamente a su dormitorio con la intención de darse una ducha y luego ponerse a estudiar.
a Ja
tú en casa a ésta hor
l tono dramático que acostumbraba acompañarla -y se sentó
la -es solo que a ésta hora, estas en el club tomando e
o tení
sucede
da
que es algo grave -ahora
padre lo resolverá como siempre lo
tejiendo, se mantuvo en firme silencio. Con la certeza de que su esposo, con la habilidad que tenía para resolver complicaciones, resolv
tus estudios -y sonrió
acomodó en su silla -¿
de ti, ¿qué has hecho
algo en específico que quería saber pero daría
rarme, me quedan solo dos exámenes y termino
ma, la universid
ando en serio m
ese logro. Los ojos de la joven reflejaban desconcierto mientras observaba a su madre, intentando comprender ese cambio de actitud hacia una meta, que hasta hace poco, había sido
tema -El otro día te vi charlando e
estaba haciendo la tonta, pues sabía muy bien
, pero su madre era tonta solo cuando quería serlo -Vamos Janina, sabes muy bien de quien hablo, el chico bien vestido, al qu
ebastián! – trataba
an amenamente y es tan guapo – suspiró
rió -¿qué terminolog
Janina, te
arrugas leves y sus cejas se fruncieron suavemente -en realidad creo que nunca – continuó – había conocido un ser..
e? – preguntó
arrogante, cínico...simpl
to hasta su actitud cretina, pasando por su reputación de mujeriego y su falsedad, cada palabra resonaba con la intensidad que
o, de buena familia, conocemos a sus padres de toda la vida, deberías darl
tivos. No puedo ignorar como trata a la gente, incluso a Max
as tan duras de su hija, frunció el ceño y continuó -La gente
r lo que me es
ñosas. Dale una oportunidad de mostrarte su verdadero yo. T
o se trata de personas. No puedo prometerte nada, solo que intentaré ver algo
rres la puerta tan rápido.
y asintió con la cabeza – ahora, por favor, necesito estudiar. Las finales
con Sebastián, tal vez su madre tenía razón y era solo cuestión de darle una oportunidad. Lo que no entendía era porque, su madre, quien hasta ah