Engaño y Venganza. Una esposa tonta para el millonario
nde haciéndose la tonta, aunque le costó mucho decir aquellas palabr
, presentía que la estaban mirando y si es
sintiendo como se le desgarra el alma por la traición de su prometido que ahora se va a casar con Bianca. Por el poco cariño
rtunadamente Ada ha vuelto a la normalidad y no va a permitir que se salgan con la suya. Ahora su mente está con muchos pensamientos, sacando conclusiones en que no es casua
a. Y para su sorpresa, su familia está aún en la sala de estar, los cuales están
rencor empieza a habitar en su corazón. Al verlos marcharse, baja las escaleras rápidamente porque no se puede
teléfono fijo y marca el
Bu
te unas inmensas ganas de llor
do escuchar tu voz, estaba preocupada por ti, tra
ede escuchar su sollozó -no tengo mucho tie
pasado Ada?- pr
me recojas, a dos cuadra
duele escucharte llorar de
te para luego cubrir su boca con su mano de
r la puerta que conduce hacia el jardín trasero. Conoce la mansión como la palma de su mano y es su o
gún ella, porque en realidad, el chófer que estaba por esos la
fue feliz por escasos años. -¡Dios mío, ayúdame a hacer fuerte!- retoma fuerzas y continúa caminando, la noche es muy fría. Lo dejó todo, su casa, su vestimenta, sus perten
o de su mejor amiga, a la cual ve bajar del auto y mira
corre a los brazos de su mejor amiga la
veo nada bien- le acaricia el cabel
moquea y deja de
auto, pero debe
cuenta lo sucedido. -¡Malditas víboras!- exclamó Myriam -¡Carajo! Te dije que
grites, me d
llí. Se aprovecharon de ti- gruñó Myriam agarrando con fuerza el volante mientras que Ada fij
enojo. Solo d
que te hagas un tac cerebral, debemos descartar cu
como al llegar a la clínica privada donde su amiga se encarga de hablar c
n cancelar antes de hacerlo. -perfecto lo pagaré- dijo My
do mucho por mí- Ada sin ánimos, saca su tarjeta y se
a estar bien amiga-
tarjeta está sin fondos- info
hacen intercambios de tarjet
n está sin fondos- le e
Adamaris siente
jera factura -no te alteres amiga por favor- l
sin querer, tropieza con un hombre y al estar a punto de caer al suelo, sintió unos fuertes brazos rodear su pequeña cintura y levantarla con destreza. Al re