El desprecio por ser embarazada
l aparcamiento del Manhattan Mall y lueg
quieres i
gí de h
enseñó a no ser exigente, y no es que co
ntonces y parar en las ti
pejarme y a escuchar su conversación. Como usaba el teléfono del coche, oí todo lo que le decía a su ayudante, que se llamaba Shawn. No hablaban de nad
plan -dije, est
ial y la primera tienda que vi fue Emporio Baby. Sonreí y la señalé. Bal
do entramos-. Esta es
visto tanta ropa de bebé en un sol
bebé ni
pondí con
a y empezamos a mirar los jerséis. Empecé a ojear la sección y Baldo soltó una carcajada. Lo miré con el ceño fruncido y luego
las manos y se la ense
nr
orque algunos decían cosas como "La princesa de papá, el ángel de papá" y muchas más frases similares. Me entristeció porque ella nunca co
ldo. Tenía una camiseta blanca en las manos qu
r
a compr
. No pude evitar sonreír cuando lo
o de que Baldo me resultaba atractivo. Él estaba fuera de mis límites, y yo estoy emba
son muchos ase
es un asesi
alté al oír su voz tan cerc
miré sus o
tás
en
ando en ropa d
son
lugar correcto. Puedes
a en mis manos
o todo lo que
e tenía en las manos, se
cinco y seis veces al día. Todavía no tenemos camison
bebés. ¿Había h
de mi cara, respondi
ué un poco esta mañana antes de i
. -intent
ó la c
e sepas que mis intenciones son puras al cien por cien y seguirán siéndolo. Mi madre
si
staba muy a la defensiva. Quería protegerla de ellos. Entiendo por qué eres tan protectora contigo misma y con tu b
con la
sí, lo
con la
mos a necesitar unas cincuenta prendas m
servaba con una sonrisa en la cara. Fruncí el ceño, pero seguí comiendo. Hicimos una pausa en las compras del bebé porque e
Fruncí el ceño cuando siguió limpiándose la inexistente comida de la cara. Sacudió la cabeza y cogió mi servilleta. Se inclinó sobre
ré cuando termi
llevarse la siguiente
Cuando tuve la boca llena, volví a meter el bocadillo en el envoltorio y me limpié la cara. Sabía que Ba
en cuando está comiendo -afirmé masticando una patata fr
reírse de alguien cuando está com
e que está bien -me sonrojé ante sus palabras, avergonzada-. No te avergüences tanto, parecía
se la lancé. Él la cogió con la
s por l
ayoría de los de veintiocho años no se comportaban tan gu
y luego le saqué la lengua. Infantil, pero diver
ios por hac
a. Nadie me roba las patatas
gí de h
de los idiomas que se habla en Bélgica es el francés, y las patatas fritas fueron
abeza y solt
lugar, pero sí, sé que las patatas
ranceses tienen qu
ó las
no lo
nr
aprendi
con la
ancia te puedes ca
ño y negué c
erría alguie
ro tu prometido, el amor de tu vida, muriera,
con la
se es el sentido del "hasta que la muerte nos separe". Está muerto, nos hemos sepa
n ella, si te lo estás pr
con la
untara dónde está mi marido? Diría, h
r
gan decir eso
e vuestra ley o cultura -dije con c
ablar de leyes francesas?
gí de h
volví a levantarla con una s
s patatas f
í la
os ad
soy. ¿L
comida. Técnicamente soy adulta, pero también soy adole
verdadera edad o s
unca ha hecho