El Alfa Obsesivo
de
to sería su oficina. Golpeó la puerta al cerrarla. Entendía por qué, pero sinceramente
a ahora una mujer, tendría 28 años ahora, su cumpleaños había pas
el actual Beta la habían visto al menos una vez al año durante los últimos 10 años. Tenían
ra que estaba a punto de convertirse en Alfa, su padre insistía en que ella regresara a la manada solo
La miró, aún sellada. Nadie entraba aquí excepto él, usualmente solo
blo si ella prometía o no. Al diablo si encontraba otra manada, eso le impor
Volt", le respondió
de eso molestando algunos días. Ella se había perd
más que cualquier otra cosa. Sabía dónde estaba ella. Sabía qué títulos había obtenido, incluso sabía qué calificaciones había obt
iquiera mirarla? No quería. Ella había quedado completamente vacía la última vez que la vio. Nada quedaba en su interio
ta", le echó
le echaba la culpa por la pérdida de su
durante más de 10 años, de hecho, 12. Volt amaba a Clova y West no
ga, o me inyectaré beleño
su lobo resopló y se f
habitación para encontrarla, a la mujer siempre le gustaba fo
ieres? -le preguntó,
con ojos b
la
ó, le gustaba que le dijeran qué hacer, se acercó a ella, agarró su cab
nos minutos después y la dobló sobre el sofá, le arrancó la ropa interior, abrió sus piernas y
spiró ella-,
izás tendría que follársela de nuevo más tarde, pensó, mientras el a
alió del baño, le sonrió directamente,
su risita. A la chica le gustaba fuerte, y a él también. Es p
umiera el cargo, incluido su padre y el suyo. Ella tenía sangre de Alfa y sus cachorros serí
sexo antes, mucho mejor, de hecho. Aunque podía tener sexo con Miranda varias veces en una noche si así lo deseaba, alguna vez tuvo a una chica con la que sim
o recuperarse del sexo, un minuto, tal vez dos, y el aroma de su excitación desaparecía en el momento en que se detenían. Sería diferente si él marcaría a la
y dotada compañera. Miranda podía irse en cualquier momento que quisiera y se lo había dicho, en más de un
na en todo el mundo podía hacer que T.J. se viera tan malditamente feliz y emocionado, Jo-anne estaba aquí. Observó c
er, algo que nunca pensó que tendría que hacer. Hubiera seguido con sus contratos pero hubiera dejado que T.J. se e
de su cabeza, había captado el ritmo cardíaco de
razones, las había dejado bien en claro antes de irse. Solo para recorda
la mitad inferior de la falda, y un suéter azul sin abotonar, tacones azules y un maquillaje ligero, ese vestido le quedaba perfectamente, notó, y la falda se ensanchaba mientras caminaba. Su cabello castaño canela era mucho más largo, antes le llegaba
o, una sonrisa genuina que llegaba a sus ojos. No podía hablar, apenas se sostenía con ella en la habitaci
abía dejado a él hace 10 años y nun
nca hubiera pasado nada. ¿Acaso lo había olvidado todo? Sintió que Volt se adelantaba para mirarla, mientras ella le sonreía, había crecido. Se dio cuenta de que tal vez medía más de lo que recordaba.
prácticamente ron
res meses de su vínculo de pareja, no hubo Clova el día en que Jo-anne lo rechazó. Ella
ntirla." Volt le dijo, parecía b
bían estado unidos. Eso era extraño. Sus ojos se dirigieron directamente a su cuello, mientras ella se volteaba y dejaba su regalo, tal vez
felicitó por encontrar a su compañera, él no la corrigió, ni Miranda, en realidad. Pensó que s
izar. Miranda pensó que era una buena idea. A él no le gustaba. En algún momento, la chica lo dejaría. Probablemente encontraría a su compañero y lo dejaría. No necesitaba fotos de ella. T.J. la llevó a
ido. Insinuaba que pensaba que T.J. la iba a poner en su cama. Imp
a pasar
que no", West respon
, T.J. siempre estaba ahí. Era extraño, por decir lo menos. Siempre sabía cuando el
ofesor. Incluso sabía exactamente dónde estaba ella. Ese día West lo siguió, pensando que algo terrible había ocurrido con el padre, la madre o las hermanas de T.J., pero no. Los dos tenían 17
odo iba a estar bien. West los llevó en su auto al hospital de la manada. T.J. se sentó en el asiento trasero sosteniéndola todo el cami
ara. Si no fuera cuatro años más joven que T.J. y tuvieran la misma edad, podría pasar por un vínculo de gemelos
, de West mismo. Detuvo ese pensamien
ompletamente frenético, se levantó de su silla, respirando fuerte, agarrándose el pecho. West pen
o-
ue le preguntó
fue -jadeó, con
e f
edo sentirla -logr
mucho, podía sentirla co
toda la manada buscándola y West lo sigu
aba desaparecida esa misma noche. Solo unas poc
Hasta ese fatídico día en el que se despertó en esa habitación de hotel, marcado y emparejado con ella, sin recuerdos de cómo sucedió, h
abía dejado parados en las puertas de la manada solo 6 horas antes de cumplir 18 años, ese año su cumpleaños coincidía con una luna llena, los dos
nía idea de cómo se sentiría al respecto, de cómo reaccionaría, para el caso. Ella había sido su compañera dura
a llevó de vuelta a su habitació
, ¿y tú? -pregu
como s
dose la ropa en cuanto entró en la habitación. L
ió directame
en
él, llevándose al clímax. Él se quedó acostado y observó, pero su mente divagaba hacia otros lugares. Cuando volv
, West? -ella
iró y la ap
que me dé
ió de la cama y se
e. Solo una cosa podía y él lo haría solo. Se