Abandonada con mis cuatrillizas
tando hacia el baño, estaba masturbándose. Cubrí mi rostro av
o el tipo, estaba mas bueno que comer pollo con las manos. Su precio
hasta el interior de mi pantalón. Gemí en silencio
nte en la pasión, mientras observaba y mis dedos
ta de mi presenci
me avergonzada. Pero no pude
o desnudo con una lascivia tanto más
atía a mil y mis labios se le hicieron tan húmedos como el sudor que corría por mi cuerpo.
s ayudarm
on deleite. Noté mi cuerpo rozar contra el frío piso de madera, mientras mi mano der
Dios
eron mi cuerpo como un caracol que baja por una columna. Sentí mi resp
er...", pensé pero era tar
ta mi regazo y empezaron a jugar con mi clítoris mientras los besos se volvían más inte
do la estancia con el son
s abiertos, haciéndome temblar. Grité y clavé las uñas en su espalda, con los dedos ahora fuertemen
entando quitarme, pero mi cuerpo estab
ró profundo, lanzando un gruñido mie
firme, mi respiración jadeante-. ¡
y me lanzó una mi
ué
victoria, poniéndome de rodillas y
r -dije lentamente-. Tú no eres más que un j
llenaron de ira, pe
-dije con una mirada fría y calculad
instantes, luego avanzando co
me había pasado un poco. Pero él, no debe ver lo tembloros
pared. El calor de su cuerpo se hizo casi palpable, y la
reparado para lo que voy a ha
cerme tú? –pregun
mi cintura, arrancando mis
me lo qu
der el control -d
, su mirada quedó fija en mis ojos y movió su mano baj
respiración se volvió jadeante y su m
quieres? -
apó mi boca me besó con intensidad. Me presioné contra él, mis dedos se deslizar
s, Lina!
cruel y dulce y, lenta
do miedo -dije-. No puedo permitir que u
to mientras yo me levanta
qué? -pr
o, volviendo la
ortunidad. No te atre
para lanzarle una mirada perversa antes