LAS CRONICAS DEL DESTINO

s chicas al grupo, todas amantes de la lectura y, por fin, habían podido reunirse. Las playas tropicales siempre son la mejor opción para una buen

el horizonte. Las arenas finas y blancas, llenas de

z de una sombrilla, la copa fue adornada con una estrella de mar de confitura. La dulce bebida bajó por su garganta y todo su cuerpo se e

iena nadaban a lo lejos y las demás estaban

, su telé

ndida de que su amiga l

n diez minutos -Rain pudo escuchar la risa y la picar

los dedos a la boca y silbó tan fuerte que todos en las inmediaciones se dieron la vuelta a mirarla. En otra situación, u

orrieron a su encuentro. Cuando vio que

a llegar al puerto. Avise

y gafas y se encaminaron hacia el puerto. El muelle era visible desde allí, así que a

colores a lo largo del caso a modo de diseño abstracto. Justo encima de las ventanas de lo que supuso s

cia ellas y saltó a los braz

destino, lo juro. Cuando lo vi, lo único en mi ment

ibros llamadas "Crónicas de Ámbar". La hermosa serie, trataba sobre un mundo donde vivían seres de fantasía como los cambiaformas, vampiros, f

mente emocionada-. Esper

gerente de cejas y asintió.

vacío después de un largo recorrido y aun estaba abastecido para algunos días más de fiesta. De casualida

n una tripulación de chicos exóticos y sexis dispuestos a fiestar por va

or el salón

s ojos, todo lleno de deliciosos músculos bajo una endeble camiseta sin mangas y un pantalón deportivo. Ella no era una chica tipo

ente alcohol en su sistema como para que no le importara

e de baño negro, que consistía en un diminuto bóxer y l

ó y se acercó a é

irigió hacia los estante

in sabía que había entendido la indirecta, p

al hombro y volvió a acercarse a él-. ¿Dónde puedo encontr

y Rain fue hacia ella con una

lvió a la habitación de masajes aun mojada y envuel

una suave música sonando de fondo. Movía sus manos una contra o

n cuidado de no mostrar dema

lamas? -pre

tras le cubría el traser

l rostro para mirarlo muy seria-. Es

cama. Dentro había aceites para masajes, velas, lubri

nte? -le preguntó con

a y volvió a acomodarse pa

*

estaban más que dispuestas a una temporada inolvidable. Alrededor del tercer día, el capitán les anunció que pasarían por el temido Triangulo de la

stecieron el bar y prepararon u

in bailaba con uno de los rescatistas de la piscina y enseguida dejó de hacerlo para acercarse a mirar hacia afuera. Roland, el rescatista, la abrazó por la cintura y le

o lejos, bajo el agua, un arrecife se ocultaba de la mano del hombre. Las luces mostraron hermosos colores, cientos de peces y criat

o, se embutió en sus pantalones y salió corriendo descalzo hacia el pasillo.

truosa azotaba el crucero. Al parecer, el capitán estaba sobrio y también su equipo, porque gritaba órdenes si

capitán-, vuelva a la cama. No

lo lejano casi imperceptible pero el movimiento era brusco y la asustó. Por algunas horas las cosas no cambiaron, hasta q

de un lado a otro y posiblemente a punto de hundirse. Corrió como pudo hacia

Pasó a toda velocidad por las estancias sin mirar bien el lugar hasta que salió a la zona de la piscina. Al final, vio a algunas de sus amigas ya con chalecos salvavidas y los chicos de la

esperada, intentó llegar a la superficie, pero le costaba nadar. Por fin, llegó a la escalera y agarr

sus manos soltaron la barandilla y su cabeza fue directo a la pared de la piscina. Rain pensó q

gar a salvo a casa. Entonc