Apoteosis
suave brisa de primavera. Todo su cuerpo se sentía a gusto y sus ojos brillab
al in
Ba
eré hasta
Ba
ponente, y, sin embargo, sus acciones eran equivalentes a las de un herrero muy hacendoso,
oncertado por esa experiencia. Había oído que él era capaz de soportar fuertes palizas, pero no había esperado que fuera tan tenaz. Había soportado mucho
lo estaba fingiendo debilidad, ya que
aría en el suelo admitiendo la derrota. De esa manera, los guardias lo enviarían de regreso al sótano donde podría descansar y evitar más lesiones, sin embargo, a pesar de ese instinto de supe
io, se tendió en el suelo disfrutando del calor que se había extendi
paz de recibir tal golpiza sin resultar gravemente herido, de modo que si se levantaba varias veces sin mostrar
uedarse en el suelo y saborear el calor. Sabía
elvin Luo se sintió aliviado. Si se hubiera le
del sótano se cerró de golpe, dejó de fingir que estaba lesionado, pues por el
tres pastillas para curar sus heridas. Zen sonrió mientras le echaba un vistazo a la bol
¿Acaso se comportará mejor de ahora en adelante?', pero negó con l
tra cosa, pues nunca se rendiría tan fácilmente, y probablement
onas como Darren eran cobardes, así que decidió no tomarlo en serio y pensó: 'Tomaré medidas de
cha significaba que estaba sucio, por lo que caminó hacia el tanque de agua y rápidamente
sh..
y fangoso a sus pies. Cuando él miró hacia abajo, se sorprendió al ver que
a que había recibido había provocado q
nivel de refi
que las impurezas eran
nivel de refi
e eliminaban las imp
nivel de refi
nificaba
uesos y los órganos. Se trataba de un proceso gradual de refinamiento que iba de fuera hacia dentro y que se detendría una vez que las impurezas se eliminaran de
jercicio para eliminar las impurezas de sus cuerpos. Ese era un proceso lento y que consumía demasiado t
o para alcanzar los niveles más altos. Con esas corrientes cálidas alrededor de su cuerpo, que tenía
duro, descargaban sólo una pequeña cantidad de impurezas
o debido a los dos años que había pasado siendo un saco de entrenamiento,
como si su cuerpo hubiera sufrido un cambio cualitativo; su carne ya era muy pura y las ligeras im
purezas de color blanco pálido supuestamente provenían de sus huesos. Esa era la prueb
enzando con el Puño de Luz Purpúrea. Su cuerpo entero se cubrió con una luz púrpura mientras se concen
un puñetazo, y el silencio en el sóta
Bu
e aire dispersos, el cual agitó las velas, el
espacio para practicar. No había un bloque o un hombre de piedra en el que pudiera pro
satisfacción de haber alcanzad