My Medical Romance
onas, un lugar pequeño y aislado de toda la ci
o; si me lo preguntaba alguien, diría que jamás había visto una persona rica en la ciudad como en las novelas turcas que miraba en las noches, y por suerte tampoco tan
. Había de confesar que desde los 20 años la única meta que pasaba por mi mente hasta ese momento, er
ear sobre nuestra vida una vez unidos en matrimonio. Aunque no contaba con una fecha exacta para la boda, desde ha
a mis constantes problemas de salud lo más recomendado era que hiciera alguna actividad física, desde caminar, correr o al menos usar 2 horas la bicicleta. Al inicio me pareció triste ya no poder acompañ
da de varios centros médicos en la ciudad y sali
a ocasión. Debido a mi torpeza extrema, esas palabras eran dichas po
h maldita sea!- g
r no prestar atención
qué lo
ó mi bata hacía la can
ste ayer en tu consulto
iré-. Me muero de ganas por obtener un consultorio propio, el m
mara demasiado también pensaría igual,
se llamaba
onejo Song. Teniendo mis jóvenes veinticuatro años, mi complexión física ya había sido clasificada como media por la industria de moda y era algo extraño; cada maña
chetes de hámster, Demian había encontrado en mi al "amor de su vida", Bunny fue lo que dijo cuando recogió mis libros
a que le parecía una persona dulce, tal vez un poco inmadura, pero
laciones debido a que eran muy estrictos con la puntualidad y sin duda saldríamos con reporte. Subimos por las escale
venía nadie en el pasillo, para darme un beso en los labios.
locó la bata y me ayu
a reverencia ante él, lo que lo
doctor Collins- quien era mi supe
¡¿acaso no sabes que no se p
o mi almohada se
el rostro resignado avancé por el pasillo, pero el doctor Collins me detu
uerdo-
e gustaba quejarme un poco con Demian, de esa forma no me sentía tan fuera de lugar cuando él hablaba sobre querer escalar más alto y no estar co
dieran el título, pues ya no veía la luz del otro lado del túnel a tan solo un año de la graduación, el director y mi papa hablaron unas horas, y tras una serie de eventos (sobornos) el dir
por una notificac
mes y el regalito que me pediste, si necesit
na niña al ve
que hacer en el puesto. Yo era una ellas, todo lo que hacía era traer café y modelar la bata de médico. Personas como Demian no entraban en esa clasificación, pues él había sido el mejor en la clase, conta
olocaba el café en el escritorio -¿Cre
y esperaba ver algo
e ver a un niño muriéndose por una enferm
...
icinas del director, Doctor Demian Park
a abrí cuidadosamente, observé que el chico
itó el doctor C
al pecho calmando
so, me mat
me los resultados de los aná
ien- s
de pasada, ve que le
é de alegría y ambo
do el tiempo, sin embargo, siempre nos uníamos para las
ficina, y tuve la suerte de que la enfermera que tenía los análisis se encontraba cerca de ahí, me acerqué actuando natural y le pedí
ue dijo el director: Puedes dejar la bata en tu
pasaba por mi mente es que Demian había sido despedido, siendo el tan ex
pedido Demian; por supuesto no se me ocurrió ninguna, sin embargo, aún quedaba una inconformidad dentro de mí, y era que tal vez había sido por mi culpa, ya que era
reporte por llegada tarde. Nuevamente estaba viviendo el mis
a; aun así, después de graduado su familia comenzó a presionarlo para sustentar su casa después de que su padre muriera, el deseo de su familia era que Demian volviera a la ciudad y se volviera medico a
al consultorio m
ada? necesito hab