Las lunas de Xetrón
con sus manos y un leve temblor recorre su cuerpo, sin embargo, no comparte su temor con ellos, agua
on la historia diferente o mencionaron l
palda al surtidor de agu
ontaban así, y se dice que llegó con tres de esa
a hacia los restos óseos, los señala con la mano. Gebor comprende en ese instante
e las otras criaturas de piel resplandeciente? Y ¿cómo
entre sí esperando
argaban—les argumenta, Mu
o se alza en toda su magnitud. Adalatt también se pone en pie mirando a su alrededor, Mu
ista—les grita Gebor, calmando los ánimos y continúa—; podemos alternarnos para hacer guardia, pero les aseguro que a
sensato sería aunar fuerzas, para poder llevá
majestuoso botín, sería una locura, y más calmados
dré encontrar otras más jóvenes, bellas y de olores menos nauseabundos, y no tendré que alimentar esa turba de
da suelta a su imaginación y cuentan que modo gastarían o inver
onaremos las cavernas, con algo de joyas y monedas para costear lo que necesitemos y regresaremos con bestias de carga
esinados a mansalva y a traición, no obstante, Gebor, aguardó pacientemente y ahora con extremo sigilo sacude a Adalat
matarnos, tomemos sus vidas a
l otro ya levanta la suya para hundirla en su amigo… Minutos después, los dos rastreadores yacen sin vida. Es entonces, que Gebor ojea al escogido Adalatt, y le sonríe, porque sabe que traicionarlo ser
, por qué traicionarte para unirse con Hoparr.
emano, pues Gebor, presentía que se la
te, sin descuidar mis espaldas de un golpe traicionero que esperaba viniese de su mano. Siempre supe que algún día intentaría quitarme del medio y regresar solo a las
un cofre para cada uno! ¡Aho
e. Al ver los tres cuerpos sin vida lanzó un alarido de victoria, más su euforia no demoraría en ser truncada y su efímero regocijo se transf
l y en ese momento Gebor, reconoce un rostro femenino y desfigurado, no sabe si los otros pensaron lo mismo, al descubrir los restos, pero desde el primer instante él supo que el esqueleto de la princesa no
tendes contenerme sin siquier
a una voz gutur
e liberan del sueño al que estoy confinada y me da el poder necesario para que pagues por tus actos. Pero mucho antes, yo también suc
patía con lo que le había sucedi
humilde servidor y tu secreto seguirá oculto en el t
cajada siniestra, que recorrió cada pasadizo de las cavernas y allá a lo lejos, en otro sitio, caballeros veit
ploras una compasión que no manifestaste con quienes te acompañaban y la rueg
Ya que según lo narrado por Musatt, el cuerpo de la princesa no es el único faltante. Y
ogar misericordia
eró de mí, más lo sustenté con celos y envidia a hacia mis hermanas, por ello fui traída a estas cavernas para engendrar a las inmortales descendencias de s
ando de improviso ve a cuatro bestias azuladas reptar
a ven el cielo despejado, pues el ímpetu de Diurnuss llega con fuerza al ter
vo gris. Ottokan es el primero en cabalgar por entre el desastre y al ver a todos los caballeros veitanos muertos, en su rostro se refleja un fuerte sentimiento de rencor contra su rey y dando la orden de que recuperen víveres y otras seis carretas más, da la orden a los que lo acompañan para crear grandes piras… y muchas horas des
enideras, demostrando osadía y ser dignos de ostentar el ansiado título de caballero en veitano!... Los vientos negros nos arrebataron a otros ya probados en la batalla que ahora están a resguardo de
deas que el líder de los caballeros, quien les ha dejado entrever que ya no le es muy leal al insensible y avaro, rey Tarik, por los úl
ás se acercan al castillo, más consta
de buena fe se enrolan, creyendo que ocuparán el lugar de los miles de valientes que cayeron en la guerra contra los potomianos, ya que las escuchadas promesas alentadoras les exaltan lo
jo, la extensa caravana se detiene ante la plaza real, chiquillos de todas las edades corren a verlos, entre ellos uno busca un rostro paternal entre los jinetes y lo