El angel del diablo
nce
ausando estragos en nuestra familia, dos semanas después mi padre había d
el lugar d
nunca hacia bromas, su mirada gélida y sin emociones me dejaron en claro
e mi hermana había accedido
matar a Vittoria, incluso a todos nosotros por ser su familia, pero a
madre -. Podría haber hecho cualquier cosa con nosotros, incluso cas
os, supongo; sólo comentaba lo obvio
tener que casarme con alguien que no conocía, la diferencia es que había vivido ca
forma que a mi hermana, que pensaran en mí no como una cría molesta sino como
que una moneda de cambio para ellos, que le aseguraría todo lo que p
í no les afe
ajo, mi cabello caía lacio y brill
se de
No iba a tener una cena de compromiso ni nada especial, solo una comida en el secretismo de mi hogar ya que los estragos de la huía d
n siendo los mismos, mismo lugar, misma rec
atos nudes, no era yo en lo absoluto, pero ya no podría serlo, ahora tenía un papel qu
e me iba a perder a mí mi
de llaves-. El señor P
guiñó
ide a tu hermana-se me
r si esto era incomodo como el infierno, no necesitaba agregar más, la
a con la ansiedad b
puerta alguien, pero era claro que estaba nervioso porque su últim
y t
ue siempre marco una diferencia entre ambas, hoy la
teníamos en medio de nuestro vestíbulo, estaba lloviendo afuera y el frio se co
por el clima o el hom
no podía dar un paso en falso o eso acabaría con su vida, no conocía a Marko
unas palabras en voz baja, como era tradición, saludó pr
sa cortante, lue
o, en su suave
o en sí sola, era alto y musculoso, estaba impecablemente vestido en un traje de tres pieza
evo -dije con una pequeñ
ó mi
on Francesca - llevó su mirad
ras de cortesías, er
pá, tomando el brazo d
ellos si eran tradicionalistas conmigo por ser su hija menor, pero de nuevo, nada en esta situación e
un problema para ti-dijo, si
undamente que, ni siquiera él parecía poder alcanzarlas. De golpe me pregunt
taba, no es como si hubiera tenido la posibilidad de elegir en esta situ
stra boda no cambiara de fecha, que
su voz, pero no hubo nada. No podía saber si estaba enojad
in agregar
hay cancelando cosas- como si nuestra boda no fuera a generar más rum
n- dije r
regresó, sólo me contempl
Me gustaría discutir alguno
en
es antes que yo. -Me había estado preguntando eso todo el tiempo,
ón de Mark
es bastante joven, pero eso no puede cambiarse, estoy segu
o sin emociones, herida hasta los huesos, era un negocio, una c
al menos me dijera que también era porque me encontraba bonit
ía albergar ninguna esperanza de nada c
nuevo en
a pequeña caja de terciopelo. La acepté y la abrí,
ar pensar qu
fantasía, no se parecía a esto en lo absoluto, en mi mente era de forma romántica con el amor de vida, me
cial de la vida, el
ría haber imaginado y me di cuenta que todas mis primer
rompiéndose
ue te gust
se en mi dedo. Marko no se había movido y no había dado ninguna indicació
nal del pasillo en busca de mi padre, quería perder
resiva colgab