En las redes del Ceo
lo
dió darle el sí. A pesar de la insistencia de Ernesto, mi abuela lo trata mal debido a la idea de que
va a hacer horas extras. Mientras cocino, mi abuela, enferma del corazón al igual que mi madre, no
ra, reconozco ese aroma a lavanda. Es Ernesto. Alto, fuerte, puro múscu
da- le digo,
¿no?" - Pronuncia
temprano y
imera vez que se mete en mi casa sin a
a libre,
¡Qué tont
as extras
ronuncia d
sculparme. No es la primera vez
me haces
con otra chica? Muc
ero es evidente que no sientes lo
n él si ni siquiera tengo tiempo
me ha ayudado mucho, especialmente cuando mis hermanos eran pequeños. No es un reempla
en la mejilla. Flor hace lo mismo
oras extras
puedes
r, pero no pas
jo demasiado y eso
ir dinero, tía. Nos vemos, Fl
.
Aunque algo egocéntrica, nos llevamos bien. Belinda, la nieta perdida de mi abuela, sueña con conocer a un
nero se destina a comida o impuestos. La discusión habitual surge: ella cree que necesitamos
dirigimos al supermercado antes de llegar a casa. Compro lo que puedo, ya que n
ritos anunciando la ce
permitime adivi
aste -s
regañadientes. Bajamos a cenar y, después, mi abuela expresa su deseo de que Flor
remera negra y tenis. Camine a casa de Belinda. Al v
lla escogió un vestido rojo y tacones negros, Belinda me maquillaba más de l
os más populares y lujosos. No tenía i
tas. Belinda charlo con el hombre de seguridad y nos permitió p
ronadora que resonaba en cada rincón. Nos acomodamos en una mesa, y Be
mergirme simplemente en el baile, mi verdadera pasión. Belinda se aleja hacia el baño,
. Al voltearme, me encuentro con un hombre de cabello rubio, ojos claros y una sonrisa perfecta. Vestido con elega
pasa? -
garrarme de esa maner
confundí con alguien má
. No estaba acostumbrada a lidiar con chicos, y mucho menos con alguien tan apuesto como él. Antes d
compensarte; te
s nece
ala; la hermosura
a y se quedó como boba viéndolo. Es
nvitas a su amiga - re
o - as
l le hizo una señal al meser
casa - le da un
chicos así necesitamos;
lta en la exquisita experiencia de una bebida azul que deleitó mi paladar. Cada trago revelaba una mezcla cuidadosamente equ
a visto ante
había
suerte. ¿No me dijis
nerviosa. - P
ontestó, dán
- mi amiga lo b
cafés moreno, muy guapo. G
e pres
ego, mi me
despertar los nervios que Matías generaba en mí. A medida que avanzaba la noche, Matía
eresado en Belinda, ella lo ignoraba con su característica actitud arrogante. La decisión
hacia adelante; sus reflejos rápidos evitaron que me estrellara contra el suelo. Al ponerme de pie co
mo tiempo, feroces, dejando en mi boca el rastro de un sabor a menta y alcohol. No respondí al beso, no cerré los o
e de lo que pensaba. Continuó besándome, introduciendo su lengua en mi boca. Dejé de luchar contra ello y si
enfrenté con un sonoro cachetazo, li
é te
ica frase
rees para bes
te me lanz
a", eso me hi
flaco. Eres
gata y dame otro beso. Ti
o es un
ierra los ojos -
deja y le quité el trago de la bandeja. Él seguía con los ojos
es tu trago
ocando su entrepi
acercaron a nosotros. Diego solo rió y
i cartera y me fui
ogramos encontrar u
año y haces un d
me dio un beso.
, me lo hubieras deja
más vuelvo
a ver a ese est
naba lo que