Persiguiendo a la Musa
recibir su llamada telefónica o no. Le dije que sí. Diciendo que tenía miedo de que viniera aquí
ame, esposa, ¿es eso cierto? Se echó a reír y mis lágrimas empezaron a caer, Laura estuvo a mi lado en poco tiempo. Sabiendo que todavía estaba hablando por teléfono con Collin. Ha
puedes habla
Me estaba llamando y todavía tenía un efecto dañino en mi estado mental. Ahora se estaba riendo del
tomando el teléfono y entregárselo a Laura. Ella terminó su llamada, diciendo que había una situación de emergencia con su es
ntó por qué, era como si ya lo supiera. Simplemente preguntó qué quería hacer a continuación. Era como
o". Asintió y le qui
o. Me dio mi libro, tomó un mechón de mi cabello y lo puso detrá
a tranquila con un libro en la mano y su chaqueta en mi hombro mientras percibía su aroma y el calor de su
leyendo mi libro, mientras él seguía dibujando en s
a esposa para Collin". Él asintió con la cabeza pero no preguntó más. C
su mano en mi espalda, me dirigió a su clase y me d
con los suyos. "Quiero que cierres los ojos, Nicolette, quiero que visualices tus trazos, tus colores, la profundidad de tu pintura, composición
deja en paz, me besó la sien, se acercó a su taburete y empezó a pintar. N
o que no pintaba con los dedos. Todos los azules y los blancos, la profundidad de los colores, lo sentí todo. Era como si
ner las macetas. Mis trazos se volvían más atrevidos a medida que el color se volvía más vibrante y las sombras se volvían más oscuras en el otr
ultad mientras mi lienzo estaba lleno de pinceladas de colores. Mi
de felicidad. Parecía complacido conmigo. Acarició mi cabe
ra, lo mojó en pintura negra y susurró. "Firma el cuadro Nico
para mirarlo, mientras ahuecaba mi rostro. Me estaba mirando, esperand
slizó su lengua besándome más profundamente. Manteniendo mi cabeza en su lugar, ha