Cataleya
poca alegría que le quedaba, ese hombre despreciable la habia ultrajado, destruido su vida, ella llora
te, ya no era pequeña, su vientre estaba abultado, su cadera más estirada y sus pechos más grande, odiaba lo que le pasaba a su cuerpo cada día que pasaba. Por otro lado, Frania lloraba al decirle que estaba embarazada de su agresor, Faddei quería que
vida de Cataleya cambió drásticamente, un Cambio irrac
a dañar a su hermana, su semblante era más frío su rostro sólo mostraba enojo y nostalgia, sin embargo se mostraba valiente para cuando su padre quiso lastimar a su madre, por otro lado Faddei había sepultado el cuerpo del desgraciado cerca de los escombros que se encontraba en
creciendo cerca del pequeño río, quisiera co
l pequeño rio, era obvio que ella no lo vería pero al menos podía olerlas a como estaba acostumbrada
tros ojos, Mamá me enseñó esos colores te acuerdas, ojala que un día las puedas ver-Catalina asiento sonriendo, su sonrisa era sincera con su hermana.
ra que puedas ver mientras caminas y si fuera nec
ercas a mí, no es necesario que me demuestres lo que sientes yo lo sé, nuestro amor de Hermanas
aría que estaba enamorada de su propia hermana, pero no era eso exactamente, era un cariño diferent
to no le va a gustar que le hagamos daño, se enojara mucho con nosotras
u hermana hablar pero con una in
s mama cuando nazca, no lo dud
parecerse a ese hombre y no se si podre sopo
nosotras- Se detuvo cuando de repente escucharon un ruido desde la cu
aleya
que s
tenemos que salir del
pasa?- pregu
o esta maleta, me saco de la cueva, l
dificultaba correr por que no podía ver, pero Catale
Expreso Cataleya, Catalina asintió dej
volver a ver a su padre. Llegaron a un pequeño pueblo a las afueras del desierto con una dirección que Faddei l
esconocida casa con miedo y desespero. Un hombre
nta el desconocido con sorpresa, de segur
e Faddei-Francela Re
onocido, las mir