Salvada por el Jeque Millonario
crucial de hacerse cargo de las finanzas familiares. Sin embargo, su espíritu aventurero le impide aceptar esta responsabilidad inmediata.
arece angustiada y habla de forma inconexa, mostrando preocupación. ¿Su enigmática presencia interrumpe la cargada atmósfera de
favor? - suplicó, entre palabras, casi in
e avergonzó y la cogió suavemente
y la frase en perfecto portugués la sorpr
r vista. Adrián se alejó... Sus ojos se cruzaron con los de la joven dur
rian. ¿Y tú?
uedo d
uplicando ayuda y creo que
l final, Victoria se dejó
añuelo y se lo entregó con cuidado mientra
er sitio le
ansancio venció a Victoria y se quedó dormida en el asiento trasero del coche, Adrián no la despertó. Su compromiso de viajar se vio comprometido por aquel cambio de planes. Decidió llevarl
asil en busca de seguridad en una modesta casa, pero era capturada de nuevo por sus perseguidores. El sue
garon a su enorme casa, él siempre era muy cauto cuando trataba co
ara.... Para ella, su parecido con los hombres que tanto da
illa! - reveló avergonzada, obser
bería haber intentado
formaba parte de sus pensamientos. En aquel momento, se encontró en una casa preciosa, que sugería la riqueza de la familia de aquel joven. A
a él. Una tensión crecía entre ellos, como si estuvieran atrapados po
untó una dama al acercarse, sin velo, con
sentó a su n
a muchos años trabajando para la familia! - respondió Adrián. - No
asileña? - preguntó Vict
es brasileña y me enseñó tanto el idioma
habitaciones de huéspedes, y Adrián se lo confirmó. La jo
la prometi
Victoria rápidamente, mi
na de las bien organ
en esta casa. Tienen intención de alquilarla pronto. Por lo que veo
pero no te preocupes,
erzas que había perdido en aquella terrorífica habitación
ecirme qué
diciembre! - respondió Dagma
y no podía hacer nada para evitar que otras chicas corrieran la misma suerte. Abandonar el país no b
uerdos la obligaban a revivir aquella huida alucinante. Al final, su cue
ieta repasando los angustiosos momentos. Recordaba vívidamente la expresión de desesper
lacable, algo que pronto descubriría. Tenía claro que, con su influencia y s
s de voz esperaban ser escuchados. Atravesó el pasillo de habita
de aquella hermosa y enigmática mujer. Aquel golpe, por i
drás que deci
y miró algunos correos electrónicos de trabajo. Se quitó la ropa y empezó
ecir que no has llegado a Ajmán,
ca de la familia, así que renunció a escuchar el resto de los mensajes... Siempre e
cerle. Nunca se había conformado con esta decisión, su espíritu libre pretendía seguir así durante mucho tiempo...
n salió de su habitación horas más tarde para ir a cenar. Nunca le gustaba comer en casa
l para los dos, pero Victoria seguía en
Khalil que venga mañana. Necesit
Y la chica?
dejar que recupere fuerzas! - r
ómo se
que preguntes, ¡no sé p
minal? - Dagmar mi
n la misma mirada. Si es una criminal, ¡lo