La Bailarina Del Ceo.
queteos y risas de Horacio y Venus. De vez en cuando se les ocurría algo pequeño que decirse el uno al
ar el escenario con su presencia. Este va a ser su último show de la noche, ca
dijo con un suspiro ante
onsigo a cuatro chicas nuevas. Horacio les hizo un gesto para que
ias. Me i
as chicas siguie
oyó preguntar a u
a primera vez que escuchaba a las chicas decir e
mabilidad de las mujeres, especialmente en u
caliente!-, come
a la espalda y el muslo de Venus, provocando una risita juguetona de ella. Puso los ojos
o. Movió la mano derecha desde el cuello hasta el hombro y la estiró, arqueando
go ne
ne o
r'sya
i i
hombros, se balanceó, luego agarró el
r bez
de U
i-in
i-in
olvió a empujar perf
r bez
de U
i-in
i-in
, miró fijamente a Sergio, una ve
endo rebotar las partes más apetitosas de su
ió su cuello, moviéndose lentamente por su pecho hasta la mitad de su pecho. Agarró el poste con ambas manos e hizo una perfecta división recta mientras aún estaba boca abajo, con las piernas perpendiculares al poste. Ella se deslizó una y otra vez
de una manera irónica, pensó que encajaba perfectamente. Decir que los hombres que frecuentaban tal lugar eran minusválidos o min
dad y sentido del humor. Mientras continuaba viéndola actuar, se
ente mientras se complacía en el escenario. Nunca había estado tan
arrodilló para arrastrarse hacia el final del escenario, todavía aferrada a su mirada profunda. Miró hacia abajo y notó que estaba duro. Ella sonrió ante
retrataban. Nunca había visto a nadie como él. Ojos de un amarillo brillante. Piel morena, cabello oscuro. Labios...
l observó, paralizado por sus movi
juntó el pecho mientras aún estaba de rodillas. Bajó la mirada hacia su pecho hinchado, que se derramaba fuera de la diminu
le hizo un gesto pa
dos, el deseo lo invadió como un virus, y pronto no pudo soportarlo más. An
e abría la cremallera. Sin siquiera molestarse en quitarse los pantalone
y ella en el escenario y todo lo que quería hacer era adentr
. Él empujó más fuerte y más rápido y ella comenzó a gritar su nombr
te estocada y se sumergió más profundamente en ella, sintiendo que la parte posterior de sus paredes se empujaba contra él. Luego se retiró y expl
antaba el en el aire. Agarró su culo apretado con ambas manos y abrió s
ó con inc
taron. -¿Qué va
e quedó all
nuevo edificio en el lado este de
? -sacudió
e plomería. ¿Qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a demolerlo por completo y empezar de nu
nta de que Eva hacía tiempo que se había bajado del escenario y una nueva chic
sorbo de su coña
por la mente -respondió en un
d? -preguntó su amig
? ¿Q
ó con la cabeza, observan
rada de Eva por un segundo. Ella sonrió e hizo una rever
mujer así, Sergio. ¡Ni siquie
ó suavemente ante el obvio enamoramie
ntrato otro día. Llama
fue, dejando a Horacio allí con