UN HEREDERO PARA EL NARCOTRAFICANTE

musina que estaba aparcada enfrente del club, subimos al vehículo y cuando llegamos a casa, volvió a cogerme del brazo

baño pero no me dio tiempo, Giuliano me bloqueo el paso, corrí hasta el otro extremo de la cama suplicando que no lo hiciera, p

”” el primer azote con el cinturón en mi

zorra “”zas”,--- sus azote

rón en mis brazos, imaginando las heridas y las marcas que tendría en mi espalda por sus azotes. Me cogió del pelo y estirando d

mato, aunque lleves a mi bastardo en tu

yo no he hecho nada

quién estás casada, yo no perdono, por eso mis enemigos me meten — me dijo dándome un

e ropa ya que los azotes que me dio mi marido con su cinturón rasgó el vestido que llevaba, me mire en el espejo viendo las marcas que me dejó en la espalda, abri el grifo de la ducha dejando que saliera algo más

uliano jurándome que no me volvería a suceder. Ese día aunque Giuliano y yo desayunamos juntos no nos dirigimos la palabra, se notaba en el ambiente que todavía estaba muy

yo me vestí con un vestido corto, marcando mi figura, me puse unos zapatos de tacón alto y cogíendo mi bol

amos a la clínica mi marido fue quien habló con la recepcionista haciéndonos acompañarla hasta la consulta del doctor. Cuando

en, nunca me imaginaria que tú amigo mío quisieras se

que te ama tanto como mi esposa me ama, un hijo siemp

porque estoy viendo a mi

un hijo, ya que estoy muy enamorada

por favor ve detrás de ese biombo y quit

a que había, la enfermera tapo mi cuerpo con una sábana, me extrajo sangre a

fia, el liquido está un po

r a vestir volviendo a la consulta, me senté al lado d

ue puedo ver en los análisis, están en periodo de ferti

rcha a mis soldadito

a para dentro de un mes, aún será pronto pero

a nuestra casa. Cuando llegamos, me fui al salón pues ya empezaba a refrescar en el jardín, Giuliano entró detrá

ar a mi hijo hoy aunque tengo algo de pri

embarazada mientras te estas f

me debes obediencia como mi esposa que eres y

o, cuando entramos cerró la puerta con llave, me puso de espaldas a

o voy a consentir — le

y a las buenas o a las malas me lo vas a dar — me dijo acerc

y se ponía encima mia arrancando mis bragas, cogió mis muñecas poniendo mis brazos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con su otr

iente y muy mojado,

el que no valga para tener hijo

y completamente sano y mis soldaditos est

os estimulando mi clítoris dándome placer hasta que los dos con nuestros gemidos llegamos al clímax

, ha sido tocarte un poco y ensegu

a poniéndome a mí encima de él, sintiendo como su miembro me llenaba otra vez mi interior. Giuliano me quito el vestido y el sujetador amasando mis pechos y pellizcando mis pezones mientras yo cabalgaba encima de él, cogió mis c

me da miedo y no puedo consentirl

mpre has cogido a la fuerz

stas conmigo por una deuda de tu padre, no porque quiera tenerte a mi lad

go? — pregunté al ver q

ara mi una puta más que me dará un herede

la colonia cara de Adrianna. Desperté al día siguiente sola en la cama, me levante y entre en el cuarto de baño, me desnude metiendome seguidamente en el baño,

apetece follar

s paredes de la ducha, fue introduciendo en mi cada vez más fuerte gimiendo como nunca lo habia escuchado. Se corrió dando un fuerte grito, levantando mi cuerpo apoyan

mor, Adrianna tu amante o yo? — le pre

de ducharme, vete

, me senté en la cama esperando que mi marido saliera, vién

mor como lo hacen dos personas que están enamoradas — le

no sabes como se me pone

dormitorio dejándome sola, de pie al lado de la cama y completamente desnuda. Me puse un blusón a

s — le dije

señor me ha dicho que no

, viendo que era Adrianna dude por un momento en contestar, pero la amenaza que

drianna

gas un trabajo es

o de verdad, pero esta no

hacerme un favor lo haces, aquí mando yo y ya sabes a

que cumpliera su amenaza, pero no quería que