El capricho del mafioso
kt
nde me estoy metiendo, sé con quienes lidiaré, y me es difícil contenerme cuando estoy cerca
a piel mas clara de la que la tengo. Me paseo por el lugar detallando quienes están aquí, y puedo ver a un par de aliados, así como enemigos. Mi familia no fue invitada porque no somos tan parte de este territorio como
guirá las mujeres que le pida, las drogas y lo que sea. El muy imbécil es capaz de vender a la propia hija con tal de obtener lo que quiere. Me voy de allí antes de que pierda la pacienc
parece una belleza exuberante. Está escondida detrás de una estructura de la casa mirando hacia un extremo, volteo mi ro
momento creo que me reconoció y me delatará, pero no, de manera increíble se lleva su dedo índ
o de los hombres que busca a la chica -¿Has visto a una muchac
mirada y quiero reírme por su niñería -creo que se fue por
puerta para que no vuelvan a entrar, se apoy
os mirándome -parece que a
e visto en esta fiesta de mierda, lo que hacen es bajar la cabeza, porque saben que la mayoría de los que están aquí son h
en ellos -¿Me acusarás con mi padre?- pregunta y frunzo el ceño sin saber quien carajos es esta leona, al p
ré. Parece que está leona necesita que le en
saber sobre los niños de la fiesta- quiero reírme con la cara que pone, su frente est
rta por la indignación
a verdad es que no te importa que edad tengo, capaz y seas uno de esos que vende mujeres
on sarcasmo -Eres demasia
endida por mis palabras y es
Berthran, lo que hace que la leona frente a mi me empuj
que es para guardar los productos de limpieza, porque hay escobas, esponjas y diferentes toallas pequeñas. Quedamos tan apretados un
e suena -sabe que debe presentarse, si me llega a
ilencio. Me pregunto ¿de quién estará hablando? ¿será de a
sea -Ya verás que debe estar por ahí dando una vuelta, quizás se perd
e si estoy tratando de hacer es controlarme, porque en su subir y bajar de pecho, me roza con sus pezon
con la luz de afuera, su cabello oscuro es brilloso y esas ondas me hacen querer meter mis dedos en ellas para acercarla a mi y probar esos labios carnosos. ¡Y esos ojos! Habia visto todo tipo de
semeja con la de ahora, y de repente siento que me falta la mía. Su boca se entreabr
amigo parece pensar lo contrario- me señala la prominente erección que ahora tengo ¡Carajos! ¿acaso no podré
me pegas esas tetas que and
se vuelve a erguir, pero muy
la -y lo que hice fue salvarte el culo, porque si mi padre se entera que ando con un hombre solo hab
a para que sienta mi erección con mas ganas, lo que hace que suelte un jadeo tímido que me eleva mas mi erección. Disfruto del beso por unos segundos igual que ella, s
da procesando lo que pasó, e
cuando camina hacia la puerta para abrirle a sus hombres, se detiene un momento -Y no creas que esto me gustó-
ose de mi, sin aceptar que le
le recalco la palabra y se enfurece -ahora abrél
queda de otra que darse la vuelta y a mi que hacerle caso e irme de allí. No me esconderé como un puto crío, tampoco soy un cobarde, no me importa que me vea
aprovecho, es porque fallaré, y no me gusta cuando eso sucede. Espero unos minutos y aun veo a Berks buscando no sé que carajos, pero no presto mas atención cuando
upado- el muy imbécil ni me reconoce, quiere d
aco mi arma y le disparo en la frente. Por el silenciador no se escucha nada y cae hacia atrás que
bre las teclas y sus ojos cerrados me hacen recordar al beso que nos dejó sin aliento a ambos, su cabeza se inclina al ritmo de la música y envuelve a todos como lo hace conmigo. Su vestido rojo sensual se le sube por las piernas al
ido armonioso del instrumento, quedándose grabada en mi mente la chiquilla que no es tan niña y que besa delicioso. Al llegar afuera, el sonido desaparece completamente y