Matrimonio de apariencias amor por conviviencia
nales a su estatura, su cintura estrecha, sus piernas largas y uniformes, observó su trasero y pensó que era lo suficientemente grande y firme para llamar la atención pe
mente, la gente la percibía distraída y despistada por ese detalle, ciertamente po
na esta
ar algo más atrevido a pesar del
n, podría quitarse todo eso y verse sensual si así lo decidía en cualquier momento del día. Eran las 8 y media de la mañan
s, el sol siempre era intenso, había humedad, y de vez en cuando se sentía el olor a mar, que llega desde la bahía
oficina contrastando con la imagen de la bahía, la gente salía y entraba apresurada de los edificios, inundaban los loca
una firma de abogados, no tan grande para ser la más cotizada pero tampoco tan pequeña como para que n
al rato se acercó
en la puerta con una medi
s años atrás. Moreno delgado, alto y definido. Él siempre le coquetea
de me llevarás hoy a almorza
cara de sorprendido a la vez que decidió entr
eaños, tienes permiso de consentirm
está llena de flores?, ¿Por qué toda la oficina no está llena de flores? -le preguntó dive
ió con si
miento da cuenta de una fecha distinta: en 15 días, para efectos del público uso ese, para mi
elebraciones! -le dijo el
hermanos, puedes venir conmigo, tú y quien sea c
ba un poco sobre su escritorio con un gesto como quisiera contarle algo
e dirás eso a mi familia, que esperas p
n lo suficientemente decentes como para no acosarla, la querían sacar siempre del juego, era gente muy competitiva, había pocas chicas en la
sala de juntas -le dijo con tono ca
¿Quién? -le preg
es. Martin y Smith -res
? -preguntó preocupada Bianca, a
la mujer con tono sarcástico. - ¿No estás oc
Odio como aquí todo es tan formal y
pero parecía mucho más joven, era rubia, delgada de facciones muy
os los hombres de la firma decían que ella era la más bella, que tenía el mejor cuerpo de todas, en la firma y se mo
los socios la miraron sonr
ante como para que me inviten a la sala de juntas
je -. Tenemos excelentes noticias, la firma acaba de conseguir un cliente importante, B
erdad puede ser el inicio de una relación más larga y muy provechosa para nosotros, nada más
ir Bianca, sin saber exa
? ¿Para qué me han lla
ión amable pero fulminante,
te, con mucha experiencia, es exigente sin piedad, es del tipo de jefes que si viviéramos en la época me
- queremos que formes parte del equipo
su capacidad profesional o la encontraban torpe, despistada y que seguro por ser bonita estaba allí. Yores tenía
erarme, si lo creen tan importante ¿Cuál
ntratado -dijo el Sr. Smith -¿Solo nosotros pensamos que es
¿Y para qué nos ha contratado e
n -dijo Yores c
ea de especialidad, no comp
n una compañía que está en una región
cnica -dijo mientras notaba la mirada atrevida que le dirigí
abogados expertos hablaba el idioma y esa eres tú, tie
hoy mismo para que te de detalles de tu trabajo
uenta, por la oportunidad
ncluso de conocer a Maximiliano, imagínat
ntaba tratando de no mostrar lo incómoda que
osa, él junto con sus hermanos tienen un imperio, es un hombre atractivo. Sé que está casado eso se, con una mujer increíblemente hermosa, lo que es lógico para un hombre increíblemente hermos
a vio que estaba solo, lucía algo ajetreado c
formare parte de tu equipo, aqui estoy
mirada con una
Bianca! -le
pronto sería socio, habiendo conseguido la cuenta
ausaba gracia porque se ponía nervioso y desviaba la mirada torpemente, todas las veces; si no hubiese sido porque estaba casa
voy a ayudar? -l
ndes, pues nunca habíamos tenido uno de la talla de esta corporación, ni habíamos accedido a una person
bres más ricos y poderosos d
a dónde esto n
on trabajar para él, pero porque nosotro
fue de pura casualidad, ahí estaba Maximiliano de la O, nada más y nada menos que sentado solo en una mesa y no pude resistirme, fui a p
ente! -le
ando algunas firmas para una asesoría sobre un asunto que ya me explicarían. Y fue todo, llame a su abogado, nos reunimos, me explico que Maximiliano estaba interesado en la adquisición de un grupo de empresas en Asia, que nunca habían hecho eso, que él no estaba
ece algo import
érprete para cuando estemos con Maximiliano y los dueños de la compañía, pero hay tra
intérprete, una persona que
ar, queremos ir más
ndo -
, Luis, John, Marcos, Ma
e! -se sorpr
mos imp
grande -pensó
de Maximiliano de la O, tras las adqu
del mediodía y ella podía ver desde el pasillo a Ignacio sentado en su escritorio espe