Fingiendo Amor

yl

—Steven empezó a caminar

ella se rehusaba a vivir conmi

cia y que la buscan por todo el país —se ras

to Madero —apoyo mis manos en mi escritorio —además, no cr

e te canses de ella —él vuelv

ría —saco un paquete de

amar —le doy una calada a mí cigarro

es el curso de su búsqu

ún tú nunca la encontrarán

da, necesito sobornar al fiscal —fumo la últ

a libre, así ella nunca te va a querer —m

emás tú me ayudaste a redactar la carta y

cuestraran! —Steven llev

le con lo que te pedí —él sale de mi dep

na

llena de guardias de seguridad, no sabía exactamente dónde estaba, si seguía en Argentina, de Tayler no sabía nada, llevo encerrada una semana y me estaba desesperan

s? —se ace

as... ¡Nada! —la ignoro y

ás pasando —se acerca y se sienta a

í a la fuerza también —quitó su

e acuerdo con lo que él te hace —

—me empiezan a picar los ojos —¡

que deberás acostumbrarte a esto, él no

ni mucho menos toma a una mujer a la fuerza —llevo

y a ayudar —levantó

a toma mis m

ue estás bien —luego de charlar vuelvo a mi habitación

es d

a

o te voy a detener

si la tierra se la hubiera tragado —me tumbó e

y me duele tanto como a ti —me

claridad —entran a la oficina el com

o buenas noticias —n

ias? Paso algo con Annie —llevo

n, pero con todo lo investigado el

do —esta vez veo nerviosis

able de una

ue cree que Annalise se fue por volunta

iscal tomó esa prueba como suficiente para frenar la investigación ya que cree innecesario seguir buscando a alguien que se fue y no quiere ser encontrad

erda —Patrick se nos un

zados, y si Annie está no sé siendo

tiene validez todos aquí conocemos a Annie jamás se iría

y si ella realmente se fue —Erick se levanta d

tanto si no vas a aportar nada positivo no

yler se levanta del piso y sube escaler

fe —señala Patrick haci

revista, no tiene dinero está empezand

n primero —seguimos en casa de Cristopher un rato más y luego nos fuimos cada un

na

o hacerlo si estoy muerta de miedo por dentro, me quedo en la ducha hasta que me arrugo como pasa de uva, salgo y me cambio por ropa deportiva, una calza azul y una remera negra con una campera a juego con la calza, mis zapatillas

s palabras se me retorcieron las tripas del asco, sabía que en cualquier mo

dejando un beso en mi mejilla. Levantó la m

ongo —me doy vuelta p

más y hazte la cabeza que esté será tu hogar y yo tu marido —me tomó del braz

o tengo mis condiciones —él suelta una ri

y toma mi brazo con fuerza —a ver dime tus condiciones —me

o, dame mi notebook o mi celular —empieza a desayunar ignorand

ue tan tonta no eres —empiezo a desayunar y espero me de lo q

ablar —se gira p

iero sin ojeras para esta tarde —se retira dejándome allí, me devuelvo a mí habitación y noto que la puerta de su oficina está abierta, me ace

llegar —Natasha estaba en mi habit

ayler quiere que te arregles de ahora en adelante

uillé, si estoy encerrada —me recu

no sé notan mis ojeras, pero veía a través del espejo la tristeza en mí mirada y ninguna crema tapa eso. Natasha se fue y me recosté en mi cama luego bajé a almorzar y para mí suerte él no estaba

r está en su despachó —salgo por detrás de

Lara tu estilista —me acerco a

antó una ceja mir

e lo pediste ayer, ¡Te olvida

e el color ya se me lavo —le sigo

ías un cambio ¿Lo recue

é tal como tú marido me pidió

acer —se acerca a mí oído y me susurra —espero me hagas caso y qu

erdad? —Suspiró pe

casi 3 horas de cortar y

jo quedé impresionada y solo quiero salir de aquí y matar

digo con sarcasmo y entró a

bellísima —intenta a

ntré a mi habitación