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Destrozándome el corazón y el alma

Capítulo 3 Abominación.

Palabras:4976    |    Actualizado en: 15/03/2024

ue no sea muy dura consigo misma, No tenemos a nadie, déjate a

os Des

. Mi vida cambia

mi vida hace cuatro años atrás, Cuando tenía cinco años

omparado con este cambio q

nueva que tenía con Papá Alonzo, Is

todo eso y camine hacia

No Ex

e un aproximado de dos años. Sus clases er

fue a vivir a un pueblo vecino que está a treinta minutos de "No

salir de trabajar llegaba a casa de Ismenia, para estar todo

al trabajo y ya se le volvía a ver el fin de semana siguiente. su enamora

abajaba en nu

eníamos casa llena po

ás seguido!, gra

on Loreinnys -Hermana de Ismenia y Paula-

yo estaba en el colegio, y así tendría tiempo para la univ

hacía retoques a la casa. Cualquier idea nueva que se le planteara en la cabeza, de alguna nueva

a empotrada, barra americana, taburetes, lámparas, cuatro habita

una mesita pequeña en medio de los sofás. Los acabado

no aparece mucho por allí. Mi Titi trabaja d

icho que ya no pasaría por las tardes muy seguido, que le d

n mis primas y mis abuelos, me encanta pasar tiempo

mismo lugar que Ismenia, solo que la

ía sus respo

am, para llegar a casa esperar el almuerzo, darme un

a en un salón de clases, y toda la noche encerrada en casa porque al otro día

iversidad, era muy, pero muy pesado, solo había adultos hablando de no sé qué. Haciendo exámenes, todo en silencio, mostr

amigo, que era prácticamente toda la clase. Iban d

el ambiente referente a alcohol, ya estaba tan acostumbrada e

a por ella en el mismo bar de siempre, a

hay un

aba de un baño para mis necesidades, le molestaba que se lo comunicara una vez que ya tenía unas cua

ar hasta poder llegar a casa. A no decir

arme con ellos mientras Ismenia llegaba de la universidad o al men

no de mis familiares si podían cuidarme y m

samente

rsidad, estaban bebiendo desde muy temprano, bueno, más bien desde que

8pm, había sido un día muy cansado para ella en el trabajo, s

ía un movimiento peligroso. El pan y el cereal se habían acabado, que era lo úni

espacio a su espalda, mientras ella está sentada en el patio con sus amigo

abía sido muy mala idea cuando su cabeza giró lenta

¡AHORA! -dijo con desdé

de lágrimas, solo podía llorar. Unos segundos más tarde

lo único que pude de

zo entrando en la habitación. - ¿Porque no vienes a la cocin

terrumpí a

guntó una vez nos sentamos e

nos. -Es que tengo hambre y no hay pan ni cereal y le fui a decir a

parecía bastante sorprendido la verdad. Asentí. -Bueno, v

nder entró en la cocina

? Sabes que si tienes hambre allí hay pan, no me moleste

hacer más, estoy inmóvil en mi asiento, sin mirar a

spondió papá Alonzo interviniendo y doy gracias que aun esté en la cocina. -Cál

é la cabeza y me estaba mirando fijamente, mirada llorosa s

o consigo. Soy un desastre, lo único que hago es

bo molestarla y es lo primero que hago

ntos cuando alguien toca

do pasar? -Papá Alonzo a

je limpiándome

ara que puedas dormir tranquila. -Me

dole una pequeña sonrisa, antes

*

. Seguíamos en la misma rutina; Coleg

azón que desconozco. Pero, eso significaba que me podría quedar en casa, en

Alonzo tenía otros planes en mente y

padres a visitar. También tendría que pasar por Brandon,

as mi madre iba a clases. Justo él estaba llegando del trabajo. Era temprano para el estar en casa. Eran las doce del mediodía y a estas altur

trabajo gracias a un chequeo médico que tie

o es tan

e literalmente está al lado. Entro en el sal

e no le gust

a, tiene que estar donde

n su habitación. Ella sabe que no debe abrirles la puerta a extraños ni hablar con nadie. Y es seguro, que n

e quede sola, es

ella? -Murmura ya un po

que se deba quedar

o un movimiento con las manos en la cabeza, como si no entendiera. -Estaría mejor aquí en casa, don

, hace a responder y Papá

is padres? También se distraería y no estaría sola

zo asintió. -Bueno, iré hablar con Martha. Si accede a cuida

a victoria para mí. Pero Papá Alonzo no estaba muy tranquilo, ya que no era la solución que el buscaba. Pero nuestras miradas conec

xisten más. Se olvidan que existimos nosotros sus supuestos Ahijados. A menos que vivieran cerca de ti desde siempre y los v

e mi abuelo. Con mi padrino, Pablo. Que es su espo

artín es el último y me lleva tres años. Aunque Hug

más chicos nuestra calle y así es como

en la habitación viendo televisión. Puesto que siempre que Ismenia sale de clases t

sala, sacudiéndose las manos. -Te quedarás con M

ocultar mi alegría de poder qu

ando la oportunidad de que te quedes. -Dij

a los ojos, o como yo le digo: mientras le da la

o está demás

i est

o entiendo! -d

nsaba de la manera como lo hacía. Nunca le he dado razones para desco

a construir mi fuerte o mi casita. Ya sab

e frente a mí, cosa que cuando le coloque la manta por encima a ambos, haga la

ar. Ella estaba en su taller de costura que lo tenía allí mismo en su casa

e mi fortaleza, desde que la construí. No molesta

para tumbarme en el- contando los pétalos de las flo

prácticamente tengo la manta

ué h

me de golpe. - ¡ME ASUSTA

en un tono de voz que no supe comprender,

i la necesita no tengo problema con... -murmuré intentando salir, de lo

necesito que derrumbes la Mansión que has hecho, solo quiero hablar conti

los sofás. -Traté de soltarme de su agarré,

o. Comencé a forcejear con él para tratar de soltarme o que se quitara de encima de mí. Pe

Todo lo contrario, su sonrisa se hizo mucho más grande y me mir

itara. Estaba muy asustada, no sabía que estaba pasando, seguía forcejeando, entre el pánico y mi forcej

odía

h,

no y acariciar todo mi cuerpo. empezó a besarme el cuello, su mano seg

llas-, mis brazos y terminaba volviendo a mis piernas. Seguía besándome el cuello, Su mano hacia fuerza en mi entrepierna, para poder tener acceso a mi zona intima, yo apretaba mucho más l

por el miedo y la fuerza

cía, deseaba estar en un bar o en la univ

querer quedarme. Por intentar ganar algo. S

pierna, pero no fue con la suficiente fuerte como para que se apartara. Sol

la intención de darle con mucha má

e toda yo era u

orcejear mucho más fuerte, no sabía de donde estaba sacando

a escena. Martín se quitó de encima lo más rápi

no se creía lo que acaba de ver, lo que esta

ando en todo lo que acababa de pasar, el ter

iendo? -Dijo Marth

.. -Intenté decir, pero Martha est

aciendo. -Espetó con los brazos

mucho miedo -Dije soltando todo el llanto que estaba tratando de contener. -Él... él fu

mentirosa!

ntir. ¡NO MIENTO! -Grité llora

yo vi. -Dijo con

había

na a que tengo un problema muy grande con Ismenia. Tengo miedo de que pueda hacer. ¿Cóm

ientos. Me vio llorando caminado de un lado

n mí me frenó y me dio miedo

*

desde que volvimos de casa de Martha. Y yo solo tengo cabeza para pensar en cómo le voy a expli

a le dijo que eso lo hablaría con mi madre. Aún intrigado y preo

cupación en su voz. -Lo que haya pasado me lo p

una riña, ni malos tratos era con él, pero también sabía que las pocas veces que me expresé c

artha y yo estoy muy asustada por Ismenia es todo. -Mentí descaradamente y esperaba que no se diera cuenta, porqu

los ojos muy abiertos. -Si es solo eso, podemos comp

uré Encogiéndome de Hombros, pero sin levantar l

mi habitación. Esperaba que no me siguiera para preguntarme por qué he sido grosera al

ta qué ha pasado y tr

? -Escuché junt

ta a la

zo había salido a buscar a I

. Seguro que Martha ya l

está Furiosa Conm

abre de golpe con tanta fuerza que la puerta rebota en la pared. Era Isme

NDE APRENDISTE ESO? -Grit

voz no la encontraba, todo mi pequeño

as la estúpida conmigo. -D

á Alonzo, un poco harto de que

s tú problema! -Ismenia se

¡Todo lo que tenga que ver

ó por completo en la habitación y le cer

ignoró. Hasta que Papá Alonzo se rindió y Dijo en con

ba a dejar so

o quiere a su hijo en

ue quería tener relaciones sexua

exuales? ¿Qué

podía hablar. -Yo no sé qué es eso -Logré decir torc

E! ¡ERES UN MALDITO PARASITO! ¡No

o la batalla- yo... yo estaba tranquila en el salón y...

AS! -Gritó- ¡D

jugando, Martín llegó... -Cerré con fuerza mis ojos tomando aire.

e por qué mentirme. -Me señaló con un dedo acus

iría creerle a cualquier otra persona que a mí. Entendí que sí mi propi

ponder? Bueno... ¡

mpecé a sentir cada uno de los golpes y bofetadas. Con unos cuantos insultos que prá

do lo que ha pasado este día, nunca lo olvidaría. Con

epulsión e Ira. No dejaría que nunca más ningún hombre se

e tiempo. Bueno, no. Tuve que madurar antes de tiempo. Ya no era una niña ta

do. Creo que era el deber ser de una madre. Escuchar a su hija

conmigo. Desconfiaba de mí. Todo lo malo que pasaba se encargaba de de

esidad. Por el simple hecho sentirme una "mala hija". De no ser digna de su amor. Y que gracias a todo e

malos. A no sentirme suficient

solo nu

o. Palabras propias de Ismenia, y digamos que lo más triste de que te digan esas palabr

da, Introvertida, Asocial... por miedo a que la más mínima c

lo que me tocaba. Cualquier motivo era perfecto para golpearme. Y siempre me decía: "Si le dices a alguien te irá peor", "Si vas a la poli

ños y adultos-. Niños de mi edad y más grandes, empezaron a

s o ni siquiera me importaba que si alguno me

o cuando percibía lo que querían o cuando me hablan "Bonito". Automáticamente mi derechazo en cualquier parte del cuerpo

ía toda mi

*

Gz

er: G

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