Casi Perfecto
dijo Madison intrigad
o para nosotros ¿no es as�
staba anclados. La vista era hermosa, estaba empezando a anochecer y el cielo estaba tomando un to
ue él estaba nervioso, ella se veÃa f
e me has
dite, espero sepas
no habÃa nada que temer. Todo acerca de este momento le generaba seguridad, sin saber en dónde se encontraba. Enko se detuvo frente a un pequeño barco, era plateado, un plateado muy opaco, lo hacÃa parecer elegante pero frÃo, para nada acogedor, en un lado tenÃa a
qu� -preguntó
dió ambos brazos para ayudarla a subir, un poco curiosa, Madi se agarró de sus fuertes bÃceps y voló al ser alzada por él, la tomó en sus brazos con delic
lo, la llevó por un pasillo donde habÃa una pequeña salida hacia unas escaleras a la parte alta y luego al fondo habÃa una puerta, siguieron derecho a la puerta, al abrirla, se sorprendió al ver una caja rectangular, junto a ella una bolsa de regalo blanca y un hermoso ramo de rosas blancas, pero no autént
l, espero no te moleste el hecho de que en vez de rosas reales sean de chocolate -dijo encogiéndose de hom
e, pero... ¿qué es todo lo demá
preciosa -dijo dejándola
ueña ventana con cortinas gris, habÃa una puerta pequeña blanca que imaginó llevaba al baño, la cama era la que gobernaba la habitación, era enorme, de dosel, las sábanas eran tan negras que los regalos y las flores parecÃan faro
areciendo con el tul con brillos de la falda y la espalda iba descubierta hasta la cadera. Lo extendió sobre la cama mientras se volvÃa a la caja rectangular, habÃa una pequeña nota donde se leÃa "Los ángeles deben estar cerca de las estrellas, pero no brillar menos que ellas". Alucinada con su romanticismo, abrió la caja para
ció, nunca en su vida se habÃa visto tan elegante y hermosa, y de pronto le entusiasmó el lugar a donde la llevarÃa Enko. Sin querer esperar un segundo más, se apresuró a recoger las etiquetas y empaques de su regalo hasta que se percató q
rminar de arreglarse recogió su cabello en una alta cola de caballo, para que el collar fuera el centro de atención y no su pe
son estaba en peligro y a su vez, entusiasmado por esta noche. No podÃa quitar de su mente la expresión de
ue tocabas la guitarra -la voz de
undantes curvas con delicadeza, como si llevará un manantial como vestido, el tul acariciaba sus pierna
i seductoramente al ver
te perfecto? -Dijo dejando la guitarra a un lado y dirigiéndose hacia ella-. Elegà el
smo, claramente él también se habÃa puesto su traje de cóctel, para hacer jueg
ras atrás -dijo en modo juguet
a o defecto, sus zapatos perfectamente lustrados y tenÃa el aroma más maravilloso que jam
preguntó Enko nuevamente a la
me habÃa sentido tan hermosa, y te agradezco por esto. Y por cierto, com
ó ner
a mirado tanto que al final memorizara c
i estaba chapada a la antigua. Ella si querÃa un prÃncipe en brillante armadura con
a por las flores -dijo al ve
ocolate. Pero por curiosidad ¿P
y tomó la botella de champagne que habÃa puesto a enfriar p
an para pedir disculpas, las flores se marchitan... Sin embargo, una rosa de chocolate la disfrutas,
copa de champagne que
! Según ella, las flores que regala un hombre dicen mucho sobre sà mismo, si no te regala flor
? ¿Qué satisfacción te da a ti misma? Prefiero que si una chica va a cultivar algo que le dé de mÃ, sea mi amor. No quiero darle flores y m
cÃa en absoluto un hombre de dar y cultivar. Pero lo fuera o no, lo querÃa creer. Muy pocos hombres estarÃan dispuestos a expresar
ocolate blanco-, en definitiva no puedes saborear una rosa rea
s hacÃa esto estaban atrapados en la mirada del otro. El chocolate se derritió en
frÃo recorrió su cuerpo cuando salió de su boca, dejó un tierno beso en sus labios, estaba tan borracha por el beso que sus ojos no querÃan abrirse, los sentÃ
grando un sabor exquisito y puedes agregar un último sabor
se quedó devorando sus labios con la mirada. Este chico tenÃa
e -susurró Enko tomándola de l
er que entraban al cuarto de mando y
s. Y si eres tan amable, por favor ayúdame. Come todo el chocolate y champ