El Esposo del Senador
ia
llaves d
No la tendrás,
en que me reincorporó, que debía usar esa vieja moto
n alguna política o norma dentro de la central de
atención de varios transeúntes por culpa de las condiciones de la moto, y
elivery no estaban abastos, y otros días estaba todo el día
ras miradas de confusión y burla me perseguían, pensé que era por esa misma razón que a Levi le costaba tanto deshacerse de mí. Aunque tal vez era porque sabían que mi consu
entré, viendo a la e
gente y los chicos están activos, toma. -Me entregó una caja con
Po
moto c
e asentir debido a que tenía que
paquete, y viendo la dirección en mi teléfono pude trazar mi
jo después del susto por ser botado; sin embargo, algunas cosas me tenían con la piel erizada, el pecho oprimido y alguna voz extra en mi
r, no -me dije en
mansión de alguien con mucho dinero, un artista, un político o algún empresario importante, porque parec
la lista de música en mi teléfono, tomé la carpeta, el p
que yo me recibió con una sonrisa-. ¿Podr
En dónde
pasa, d
nos y fui consciente de quién era esa familia cuando un cuadro familiar g
i estaba en el cuadro, me observó desde lejos delante de un chico que ver su cabello des
que me abrió cuando coloqué el paquete
mable, tomó mi carpeta, la firmó, me entregó el dinero c
di vuelta saliendo de esa mansión con el corazón lat
i día, pero desde hacía tres noches esa sensac
e huir de mis palpitaciones ni de mis sentimientos, los cuales ya estaba
surré en su oído sintiendo que mi alie
e me puse a sus disposiciones para no hacer un movimiento falso y he
y él con sus manos curiosas se encontraba encima de mí, moviéndose,
ma peligrosa y prohib
li
ser
eando lo supe, lo sentí y lo vi en el temblor en sus manos cuando
ms
os veces, me quedé allí. Así que me quedé parado detrás de mi cama, con la respiración agitada, mi corazón de la misma forma, sin nada qu
ian
caminando lentamente ha
entera, un poco arriba de sus tetillas, estas, su abdomen, cada parte de sus brazos, mientras ya me había agachado, sintiendo cómo mis labios percibían su piel de gallina, y la calidez que emanaba; besé sus manos, nunc