DOCTOR CEO
de recordar, pero mis últimos recuerdos seguían siendo los mismos, de mi cena con las chicas anoche. - No exactamente - lo corregí - Recuerdo haber cenado con mis amigos anoch
on el diputado sobre lo que vio? Asenti. - Le conté todo, especialmente lo que ella me había contado en privado, antes de irme a dormir y no recordar lo sucedido. - Muy bien, esto es importante. - Está bien, pero ¿cuál es tu plan? - Mi plan es que enviemos todas estas imágenes de seguridad de todo el hospital para la investigación y luego comencemos la nuestra. Miré a mi amigo con orgullo. - Es una buena idea. - Le di unos golpecitos en el hombro, señal positiva. - Yo te dije. - Sonreí cuando se jactó - ¿Recuerdas el momento en que sucedió todo? Me detuve de nuevo, intentando recordar. De inmediato apareció la imagen de Jenny ingresada en el hospital con su novio. - No sé exactamente la hora, pero hay una manera de saberlo. Fue justo en el momento en que Jenny fue admitida aquí. Los ojos de mi amigo se abrieron como platos - ¿Estás seguro? - Sí, basta con mirar la historia. - Está bien, eso también es fácil de resolver, ya que también te comunicaste con ella de inmediato. Verdadero. - Tienes razón, esto debería incluirse en su expediente. - Sí - se aclaró la garganta - cuéntame algo, sobre Jenny. Allá viene. Regresé al sofá, preparándome. - ¿Que quieres? Su sonrisa murió. - Quiero saber cómo estás, con el hecho de que ella está con alguien ahora. - Estoy bastante tranquilo, si quieres saberlo. - ¿Mismo? Asentí con vehemencia. - De hecho, era obvio que queríamos cosas diferentes. Jenny quería una familia, yo quería una aventura casual, alguien con quien tener sexo. Funcionó por un tiempo, pero ya no. Fui honesto, porque aunque la extrañaba, necesitaba ser honesto conmigo mismo. No estoy lista para comprometerme en una relación con alguien y mucho menos llenar mi departamento de bebés. Ni siquiera me gustan las visitas en mi casa, son peores los bebés. Sólo pensar en el olor a pañales sucios que hay en la casa me pone enfermo. - Vaya, ahora me sorprendiste. -¿Qué esperabas, que buscara venganza? - Negué - No es propio de mí, realmente quiero que ella sea feliz con este chico. Me asusté cuando Alejandro empezó a aplaudir en medio de la oficina. - No te importó. Estúpido. - Llamé y tengo muchas cosas que hacer - Me levanté y fui hacia él, dándole un ligero apretón en el hombro - No olvides enviar las imágenes al jefe de policía. Es importante descubrir quién le hizo esto a la niña, todas las